Lo primero que vamos a hacer en pro de descubrir el significado del término monera es conocer su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que se trata de un neologismo que procede del latín «monera» y que, a su vez, emana del vocablo griego «monos», que puede traducirse como «solo» o incluso como «único».
Se califica como monera al organismo que está formado por una única célula procarionte. Las células procariontes, en tanto, son aquellas que no disponen del ácido desoxirribonucleico (ADN) adentro del núcleo, sino que lo presentan en el citoplasma.
De la misma manera, es interesante conocer que dicho neologismo fue acuñado por el naturalista y biólogo de origen alemán Ernst Heinrich Phillipp August Haeckel (1834 – 1919). En concreto, le dio forma al citado término en 1866 y en ese momento no lo utilizó plenamente con el significado por el que se conoce hoy.
Fue, sin embargo, en el año 1925 cuando el naturalista francés Édouard Chatton (1833 – 1947) dio un paso más y empleó el sustantivo monera para elevarlo a la categoría de Reino. Una medida que fue ampliada por la que llevó en 1969 el biólogo estadounidense Robert Harding Whittaker. Y es que este optó por establecer la existencia de cinco reinos dentro de lo que es el sistema taxonómico. En concreto, habló de Monera, Fungi, Animalia, Protista y Plantae.
Los «elementos» que forman parte del reino Monera se caracterizan, además, porque tienen un tamaño de entre 3 a 5 micrómetros, porque realizan una reproducción asexual o porque no poseen orgánulos. Asimismo, también hay que hacer hincapié en que se mueven, por regla general, a través de flagelos y porque pueden ser heterótrofos o bien autótrofos.
La idea de monera también puede usarse como sustantivo y, en plural, para aludir al taxón. Un ser vivo monera, en definitiva, es un procarionte o procariota.
Se trata de microbios compuestos por una única célula cuyo núcleo no está definido. En un principio el concepto, acentuado en la letra O (mónera), se utilizaba para nombrar al microorganismo que supuestamente carecía de núcleo, de acuerdo a lo detallado por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario. Luego el avance de los conocimientos permitió advertir que está afirmación no era precisa.
Aquello que se conoce como el reino monera, por lo tanto, fue cambiando con el correr de los años. Actualmente la noción se emplea para aludir a los organismos procariotas o a las bacterias. Son seres muy pequeños, unicelulares, que no tienen orgánulos y que cuentan con su ADN libre en la región del citoplasma.
Es importante tener en consideración, de todos modos, que hoy no suele usarse el concepto ya que, debido a la distinción entre las bacterias y las arqueas, se prefiere hablar de procariontes para nombrar a los microorganismos con las características mencionadas.