Monitoreo es un término no incluido en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Su origen se encuentra en monitor, un aparato que toma imágenes de instalaciones filmadoras o sensores y que permite visualizar algo en una pantalla. El monitor, por lo tanto, ayuda a controlar o supervisar una situación.
Esto nos permite inferir que monitoreo es el acto y resultado de monitorear, el verbo que se utiliza para nombrar a la supervisión o el control realizado a través de un monitor. Por extensión, el monitoreo es cualquier acción de este tipo, más allá de la utilización de un monitor.
Por ejemplo: «El monitoreo de la entrada refleja que todo está muy tranquilo», «Tenemos tres profesionales dedicados al monitoreo del paciente», «La empresa será sometida a un monitoreo de control ambiental por parte de las autoridades».
En qué consiste el monitoreo
El monitoreo, a rasgos generales, consiste en la observación del curso de uno o más parámetros para detectar eventuales anomalías. Los enfermeros pueden monitorear los signos vitales de un paciente a través de un dispositivo que refleja de manera gráfica los latidos de su corazón; en caso de advertir algún problema, son los encargados de avisar a los médicos.
En el ámbito de la seguridad, el monitoreo puede realizarse efectivamente a través de un monitor (que transmite las imágenes captadas por una cámara) o mediante el trabajo de algún vigilante. Si esta persona descubre algún movimiento extraño (como el ingreso de un individuo no identificado en el edificio que vigila o la presencia de un objeto sospechoso en un banco, por ejemplo), tendrá que actuar para evitar una situación de riesgo.
La observación ambiental
El monitoreo ambiental consiste en la observación del medio ambiente para recoger información relacionada con la contaminación. Por lo general se establecen estaciones fijas que registran a diario los niveles de agentes extraños en la atmósfera, y unidades móviles que se encargan de tareas tales como la vigilancia y la inspección de diversas zonas.
Algunos de los parámetros que se miden son la temperatura, la velocidad y la dirección del viento, la presión de la atmósfera, la radiación del sol y las precipitaciones.
Monitoreo de red
Dentro del ámbito de la administración de redes, se conoce con el nombre de monitoreo de red a un sistema que realiza un control constante de una red de ordenadores, intentando detectar defectos y anomalías; en caso de encontrar algún desperfecto, envía un informe a los administradores.
El monitoreo de red se diferencia claramente de los sistemas diseñados para detectar intrusos: este último se encarga de buscar intentos no autorizados de ingresar en la red, mientras que el primero trabaja sobre los potenciales errores internos de los servidores.
Por lo general, los datos que se evalúan son el factor de disponibilidad (el porcentaje de tiempo que un sistema o equipo se encuentra operativo con respecto al período total de su funcionamiento) y el tiempo de respuesta; por otro lado, también se toman en cuenta la fiabilidad y la consistencia. Cabe mencionar que el uso de dispositivos que optimizan el rendimiento de las redes se convierte en un obstáculo para una medición precisa por parte de las aplicaciones de monitoreo, en especial cuando se busca calcular el tiempo de respuesta de un punto a otro.
Entre las anomalías que más comúnmente hacen reaccionar a los sistemas de monitoreo se encuentran las peticiones fallidas de estado, que pueden darse cuando una conexión no puede ser establecida, o cuando se agota el tiempo de espera, entre otras posibilidades. Las acciones que se programan para combatir este tipo de situaciones son diversas; las dos opciones preferidas son el envío de una alarma a los administradores de red y la puesta en marcha de algún programa de control de manera automática.