Lo primero que vamos a hacer, antes de entrar de lleno en el significado del término multitud, es descubrir su origen etimológico. En este caso, hay que subrayar que deriva del latín, concretamente de “multitudo”, que puede traducirse como “gentío” y que es el resultado de la suma de los siguientes componentes léxicos:
-El vocablo “multus”, que es sinónimo de “mucho”.
-El sufijo “-tud”, que se puede usar para indicar “cualidad”.
El concepto se utiliza para aludir a una gran cantidad de individuos o de elementos.
Por ejemplo: “El equipo fue recibido por una multitud de fanáticos en el aeropuerto”, “Una multitud salió a protestar luego del anuncio del gobierno”, “Se esperaba una multitud, pero finalmente apenas un centenar de personas asistieron al festival”.
No existe un número específico a partir del cual puede considerarse que un conjunto de personas constituye una multitud. Por lo general la noción se utiliza de acuerdo al contexto: mientras que diez jóvenes practicando deportes en un parque no son una multitud, esos mismos diez muchachos compartiendo un dormitorio sí son una multitud en ese marco.
La noción de multitud suele usarse en las ciencias políticas para referirse a la multiplicidad de individuos que actúan en conjunto para incidir en un sistema. Los ciudadanos que forman parte de la multitud no pierden su individualidad más allá de la acción colectiva que representa intereses en común.
Se considera, a nivel político o sociológico, que una multitud es una concentración gregaria cuyos integrantes tienen diferentes orígenes y características. Una multitud que protesta contra un régimen autoritario, por citar un caso, puede estar compuesta por pobres, miembros de la clase media e incluso sujetos adinerados.
Cabe destacar que muchos objetos o animales juntos también forman una multitud: “Mi novia tiene una multitud de zapatos en su dormitorio”, “Una multitud de langostas sorprendió a los habitantes del paraje”, “No puedes llevarte una multitud de libros al viaje: elige dos o tres y guárdalos en tu bolso”.
Partiendo de lo expuesto, podemos subrayar que entre las palabras que pueden funcionar como sinónimos de multitud destacan algunas tales como muchedumbre, aglomeración, gente, turba, plebe, abundancia, infinidad, cantidad, sinfín, sinnúmero…
Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con términos tales como penuria o escasez, por ejemplo.
De la misma manera, podemos indicar que son muchas las obras que utilizan en sus títulos el término que ahora nos ocupa. Buena muestra de ello es el libro “La multitud errante”, que está escrito por la autora colombiana Laura Restrepo (1950).
Se publicó en el año 2003 y cuenta una trama que toma como escenario un albergue para peregrinos. Allí entrecruzan sus vidas una extranjera, que trabaja para un organismo que defiende los derechos humanos; una mujer desaparecida en el entorno de una guerra y un hombre que está enamorado de esa y que no ha dudado en buscarla.
Otro ejemplo es el libro “Multitud: Guerra y democracia en la era del imperio”, que se publicó en 2005 y que está escrito por Michael Hardt y Antonio Negri.