Opuesto es un adjetivo que procede del latín opposĭtus y se trata de un término que se emplea para denominar a aquello que resulta totalmente distinto a otra cosa determinada. Lo opuesto, por lo tanto, es lo inverso o lo contrario. Para que algo pueda ser considerado opuesto es imprescindible que exista otra cosa con la cual se lo pueda comparar, y que ésta tenga características absolutamente contrarias a la cosa en cuestión o contradecirse en algún aspecto específico.
Algunas frases en la que aparece el concepto pueden ser por ejemplo: “Lo que quiero hacer con mi vida es justo lo opuesto a lo que desearían mis padres”, “Nuestros pensamientos son opuestos, pero siempre respetamos nuestras diferencias”, “Si buscas la oficina del director, está en el extremo opuesto del edificio”.
Opuestos más usuales
Es posible apelar a la noción de opuesto en ámbitos muy diversos. Así, suele decirse que el blanco y el negro son colores opuestos, por citar un caso. También es posible afirmar que el concepto de juventud se opone al de vejez; que alto es lo opuesto a bajo; y chico se contrapone a grande.
Es importante señalar que, dado que los términos contrapuestos son absolutamente diferentes, no existe la posibilidad de que se acerquen. Esto significa que lo que es blanco no puede ser negro, al igual que quien es joven no puede ser viejo. Es decir, son nociones o cosas que se encuentran absolutamente separadas.
La oposición puede resultar concreta o simbólica. Dos columnas son opuestas cuando están enfrentadas entre sí, lo que revela una oposición física. En cambio, un hombre puede asegurar que es el opuesto de otro cuando sus pensamientos y sus maneras de actuar suelen ser contrarias.
El término en las matemáticas, la botánica y el deporte
Para la matemática, los números opuestos son aquellos que, al sumarse, dan cero como resultado: 38 y -38 son opuestos ya que 38 + (-38) = 0. Dentro del grupo de los números enteros, reales, complejos y racionales, cada número cuenta con su opuesto.
En la botánica, los elementos opuestos son aquellos que nacen enfrentados. Una planta puede tener flores u hojas opuestas cuando estos componentes brotan con dicha característica.
En el ámbito del voleibol, por citar un caso más, se conoce como opuesto al jugador que, en el momento de rotar, cruza su posición con el armador.
El concepto de opuesto en la literatura y la filosofía
Dentro de las figuras literarias hay una que se conoce como antítesis que sirve para expresar la oposición. Este concepto proviene, de hecho, de una traducción de un término griego que podría traducirse como «oposición o contraposición».
Este recurso se utiliza en poesía para comparar dos sintagmas y dejar en evidencia sus opuestos significados; en este caso se dice que es una antítesis propiamente dicha. O también puede utilizarse para hablar de impresiones poco precisas pero claramente diferentes entre sí; en este caso es una antítesis de contraste.
Este recurso fue muy utilizado en el siglo de oro Español por poetas como Luis de Góngora, Lope de Vega y Francisco de Quevedo, quienes utilizaban la oposición para plasmar ironía y humor a sus creaciones. Actualmente también se utiliza puesto que permite establecer una línea clara para la idea de un poema: permite proponer lo que no es la idea al nombrar aquello que se encuentra en el extremo opuesto.
Este mismo término también se utiliza en la filosofía con sentido semejante. De este modo existe la negación que también recibe el nombre de contra-afirmación y la tesis que es una proposición previa. Se utiliza la antítesis para plasmar una incógnita y poder refutar una premisa. «Sin embargo», «por el contrario» y «pero» suelen ser frases que encabezan estas oposiciones.
Por otra parte el concepto aparece cuando se habla del idealismo alemán, sobre todo de la dialéctica de Georg Wilhelm Friedrich Hegel.