Se denomina organografía a la rama de la botánica y de la zoología que se dedica a describir los órganos de las plantas o de los animales. Por lo tanto puede distinguirse entre la organografía vegetal y la organografía animal.
Organografía vegetal
La organografía vegetal examina la estructura y la disposición de los órganos y los tejidos de las especies que pertenecen a la flora. El uso de microscopios permite conocer las características celulares y otros detalles de los elementos investigados.
La raíz, el tallo, las hojas, las semillas, las flores y los frutos forman parte del objeto de estudio de la organografía vegetal. Es importante mencionar que los diversos órganos y apéndices actúan en conjunto y de manera coordinada para posibilitar el desarrollo y la subsistencia de las plantas.
La organografía reconoce órganos que permiten satisfacer las necesidades vitales del vegetal, como las hojas, los tallos y las raíces. Otros órganos y componentes apuntan a la reproducción, como las flores y las semillas.
Las partes de las plantas
Todo comienza con la raíz, el órgano que por lo general se encuentra bajo el suelo y no tiene hojas. Su crecimiento se da en sentido contrario al del tallo y sus funciones más importantes consisten en fijar la planta al suelo y absorber tanto las sales minerales como el agua que necesita para alimentarse. La organografía también reconoce la estructura de la raíz, que se divide en tallo, cuello, zona suberificada, ramificaciones, zona pilífera, zona de crecimiento y cofia.
Luego llegamos al tallo, la parte aérea y el órgano en el cual se desarrollan las hojas, los frutos y las flores. Sus funciones más destacadas son el sostén de los elementos recién mencionados y el transporte de los compuestos necesarios para la fotosíntesis desde las raíces hasta las hojas. En el tallo podemos apreciar una serie de puntos denominados nudos, más gruesos que el resto, donde se forman las hojas.
Además del análisis del tallo, la organografía da lugar a su clasificación en diferentes tipos. Tenemos, de esta manera, los tallos leñosos, aquellos cuya estructura es rígida (como los arbustos y los árboles), y los herbáceos, con una estructura más blanda (las hierbas).
Organografía animal
La organografía animal, por su parte, investiga los órganos como unidades funcionales del organismo. Cada órgano desarrolla funciones específicas y es el resultado de una organización particular de tejidos. Los órganos, a su vez, se disponen en aparatos o sistemas.
Tomemos el caso de los animales mamíferos. La organografía realiza la descripción de órganos como el cerebro, el intestino, los riñones y los pulmones, entre otros.
Conocer las propiedades y la actividad de los órganos es esencial para entender cómo funciona un ser vivo desde el punto de vista biológico. Por eso la organografía es una disciplina muy importante.
Los sentidos
Nuestro contacto con el mundo exterior y el resto de los seres vivos se da gracias a los órganos de los sentidos, uno de los temas fundamentales de la organografía animal. Se trata de una serie de sistemas y estructuras que captan los datos del medio externo, así como del interno, y los convierten en información que luego podemos conceptualizar y expresar mediante la comunicación.
Los órganos de los sentidos se hallan en varias partes del cuerpo, y se basan en estructuras celulares diversas. Sin embargo, nuestra percepción de los estímulos suele combinarlos para dar lugar a información compleja; por ejemplo: vemos una flor cuyo aroma ya hemos sentido en el pasado y podemos recordarlo, casi como si la estuviéramos oliendo. Con respecto a los datos del interior del cuerpo, podemos mencionar la temperatura, el dolor y el equilibrio, entre otros.