Padrón es un término con origen en el latín patronus que permite nombrar un listado o nómina. El concepto suele utilizarse para hacer referencia al registro en el que se encuentran inscritos los ciudadanos habilitados para participar en elecciones.
El padrón electoral, por lo tanto, puede incluir a todos los ciudadanos que cumplen con los requisitos necesarios para votar (cuando el votar es obligatorio) o a aquellos que se han inscrito para tal efecto (en los casos de voto optativo).
Función del padrón electoral
La principal función del padrón electoral es garantizar que cada votante emita un único voto, evitando que alguien vote más de una vez e impidiendo que se atribuyan votos a quienes no están habilitados para votar (como individuos ya fallecidos). Cuando la persona acude con su documento de identidad al lugar de votación, la autoridad electoral comprobará su inscripción en el padrón y realizará una marca para dejar registro de su participación en las elecciones.
Por ejemplo: “Aún no he me fijado en el padrón dónde tengo que votar este año”, “Escándalo: acusan al gobierno de incluir a personas fallecidas en el padrón”, “Juan dijo que iba a anotarse en el padrón para votar en las próximas elecciones”.
El empadronamiento en España
Más allá del ámbito electoral, en España el padrón municipal representa un registro de cada persona que habita en un determinado municipio, y el acto de empadronarse es obligatorio según las leyes del país. La utilidad de dicho trámite reside en que acredita el período de permanencia en el suelo español, sin importar la ciudadanía del individuo que se inscribe. Un ciudadano italiano que se muda a Madrid, por ejemplo, tiene tanto derecho de empadronarse como alguien proveniente de Venezuela que posea simplemente un documento de identidad extranjero; cabe reiterar que ambos están obligados a hacerlo, preferentemente en cuanto llegan a la ciudad.
En principio, los requisitos no son muchos ni complicados de reunir. Independientemente de la documentación personal, que puede ser también una tarjeta de residencia o un pasaporte extranjero, es necesario certificar el domicilio en el cual el tramitador permanecerá hasta nuevo aviso. Salvo que se trate de un individuo indigente, cualquier persona con un nivel medio, e incluso mínimo, de ingresos puede alquilar una vivienda o una habitación; y ambas opciones son válidas, siempre que la contratación sea legal. Sobra decir que, más allá de la crisis, muchos prefieren el arrendamiento en negro para evitar pagar las comisiones inmobiliarias o para que se reduzca el monto del anticipo.
El edificio donde se debe tramitar el empadronamiento es el ayuntamiento local y en el caso de pueblos o ciudades pequeñas, es raro encontrarse con largas colas o ambientes tensos. Por otro lado, se deberá esperar varias semanas para recibir una carta certificando que el resultado ha sido positivo. Es importante mencionar que la utilidad de pertenecer a un padrón es muy grande, sobre todo para los inmigrantes, ya que es requisito mínimo en caso de solicitud de un permiso de residencia y empleo, o de la tarjeta sanitaria o para inscribir a un niño en la escuela.
No todos llegan a un país con una ciudadanía heredada por sus padres o abuelos; muchas personas trabajan intensamente para conseguir una extensión de su visa, con el sueño de algún día alcanzar el derecho a residir permanentemente. En ese caso, conseguir un empleo y una vivienda siguiendo todas las reglas establecidas por la ley y empadronarse representan la mejor manera de dar el primer paso hacia esa realidad.
Otras acepciones del término padrón
Padrón también se utiliza en varios países latinoamericanos para nombrar al equino semental (un ejemplar macho destinado a la reproducción) o al padre que suele actuar con indulgencia.
Padrón, por último, es un municipio de La Coruña, una provincia de la comunidad autónoma de Galicia (España). El censo de 2011 revela que su población se acerca a los 9.000 habitantes.