Patronal es el adjetivo que refiere a lo perteneciente o relativo al patrono o al patronato. Como sustantivo, el término permite nombrar a la colectividad de los patronos.
Antes de entrar de lleno a analizar el significado del término, es importante que procedamos a determinar su origen etimológico. Al investigar al respecto descubrimos que emana del latín y más exactamente del vocablo patronus, que puede traducirse como «protector o abogado defensor».
Qué es la patronal
La patronal es una asociación de empleadores (patrones) o el nombre genérico que se da a un empleador individual. Es frecuente que se utilice la noción de patronal como sinónimo de empresa, aunque ésta también incluye a los trabajadores y a los directores que no son empleadores.
Por ejemplo: «Desde que Marcos forma parte de la patronal, ya no nos presta atención», «La patronal no puede ignorar los problemas de los trabajadores», «El mejor partido político es aquel que logra representar los intereses de los empresarios y de los empleados de manera simultánea».
En el caso de España, tendríamos que resaltar que existen diversos tipos de patronales. Así, por ejemplo, a nivel agrícola existen las llamadas cámaras agrarias o asociaciones tales como ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) o COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos).
Actor clave de la economía
Puede decirse que la patronal incluye a las personas que crean puestos de trabajo y que administran las relaciones laborales con los individuos que tienen bajo una relación de dependencia (a través de un contrato de trabajo).
En este sentido, la patronal es un actor clave de la economía, al expresar los intereses de los empresarios (así como los sindicatos representan a los trabajadores). La patronal, por lo tanto, puede ejercer presión contra un gobierno, incidir en el mercado o afectar los intereses de los trabajadores.
La patronal y los trabajadores
De la misma manera, hay que resaltar que la patronal puede ejercer una importante presión en lo que son los trabajadores. Buena muestra de ello es la existencia de lo que se conoce como cierre patronal. Se trata de un término que se utiliza para denominar a la acción del cierre de una empresa por orden de los dueños. El claro objetivo de la misma es hacer que ante ella los trabajadores se vean obligados a aceptar las condiciones que se les ofrecen, ya que en caso contrario se verán en la calle sin un empleo.
Todo ello sin pasar por alto que existe lo que se da en llamar responsabilidad patronal. En concreto, esta es una sanción económica que se le impone al empleador moroso que, por sus acciones, impide que sus trabajadores puedan disfrutar de las prestaciones de dinero que les corresponden, por ejemplo, en casos referentes a lo que sería una maternidad o incluso una enfermedad.
Las reglas de juego del mercado laboral, en definitiva, están regidas por dos grandes colectivos (sindicatos y patronales) y por el Estado. Lo habitual es que la patronal y el sindicato negocien diversos aspectos del trabajo y que el Estado actúe como mediador.