Periostio es un término empleado en el ámbito de la anatomía para nombrar a una membrana compuesta por fibras que permite nutrir a los componentes óseos del organismo. En la palabra latina periosteum se encuentra el origen etimológico de la palabra, que a su vez deriva del griego periosteon. Este vocablo está conformado por dos partes claramente delimitadas: el prefijo peri-, que puede traducirse como “alrededor”; y el sustantivo osteon, que es equivalente a “hueso”.
El periostio recubre la parte externa de los huesos, salvo en aquellos espacios donde se insertan los tendones, ligamentos o articulaciones. El vínculo con cada hueso está dado a través de fibras de colágeno de gran resistencia.
La irrigación de sangre permite que el periostio aporte nutrientes a los elementos óseos. La membrana está formada por dos capas (una interna y otra externa): la interna alberga células que, en caso de producirse una fractura, resultan vitales para la recuperación del hueso. Puede decirse, por lo tanto, que el periostio es necesario para alimentar al hueso y para permitir su desarrollo y recuperación.
Trastornos en el periostio
Es posible que una persona sufra diversos inconvenientes debido a trastornos en el periostio. Se conoce como periostitis tibial a una hinchazón de la membrana que cubre la tibia. Dicha lesión es frecuente entre los atletas que se dedican a correr ya que el pie impacta de manera casi constante contra el terreno, provocando vibraciones en músculos y huesos que llevan a la inflamación del periostio.
El síntoma más común de la periostitis tibial es un pinchazo en la pierna que dificulta los movimientos normales. Para prevenir la periostitis se recomienda estirar los músculos antes de iniciar la actividad física y utilizar un calzado que logre absorber el impacto del pie contra el piso. Una vez decretado el trastorno, un médico debe ser el encargado de sugerir un tratamiento, que suele incluir la aplicación de frío en la zona y el uso de antiinflamatorios.
El caso de los deportistas
Los deportistas en general son las personas que sufren más problemas en cuanto al periostio se refiere, sobre todo aquellos que realizan una disciplina de alto impacto que les lleve a tener que correr o a saltar.
Cuando sufren problemas relacionados con esa membrana, suele ser debido a varias causas, entre las que destacaríamos las siguientes:
- Han realizado demasiado ejercicio. Por eso, para evitar que se produzca por este motivo se les recomienda que a la semana no aumenten aquel en más del 10%, tanto en lo que se refiere a duración como a intensidad o frecuencia.
- Una insuficiencia de calcio.
- Debilidad de los huesos, por causas genéticas o de otro tipo.
- Una mala mecánica corporal, debido al estilo que tienen al correr o a la fuerza muscular de la cadera.
Sea cual sea la causa del problema del periostio, se requiere que la persona acuda a su médico para que le realice distintas pruebas y pueda comprobar el estado en el que se encuentra así como si realmente esa es la dolencia que se sufre. De esta manera, en caso afirmativo, establecerá un tratamiento que, por regla general, consistirá en un tiempo de reposo absoluto.