El término plétora se refiere en su sentido más amplio a la abundancia o la profusión de algo. A aquel o aquello que tiene plétora se lo califica como pletórico.
El origen etimológico de esta palabra está en el griego. Y es que deriva del término “plethore”, que puede traducirse como “sobreabundancia” o “plenitud”.
Por ejemplo: “A lo largo de su vasta carrera, el actor interpretó una plétora de personajes memorables que conquistaron al público”, “Por sus denuncias, el dirigente social se ganó una plétora de enemigos e incluso sufrió varias amenazas de muerte”, “El discurso del presidente se basó en una plétora de mentiras”.
Entre las palabras que pueden utilizarse como sinónimos de plétora se encuentran también multitud, plenitud, demasía, saciedad, exceso e incluso copia. Por el contrario, entre sus antónimos destacan carencia o escasez.
Supongamos que un periodista presenta un informe sobre la historia de un club de fútbol. Para elaborar su trabajo, realiza una exhaustiva investigación que le permite reunir una enorme cantidad de información. Esa plétora de datos constituye el punto fuerte de su artículo.
Tomemos el caso de una ciudad que experimenta un boom inmobiliario. Ese auge hace que haya una plétora de obras en marcha, con construcciones de todo tipo en desarrollo.
Cabe destacar que la noción de plétora se emplea específicamente en el terreno de la medicina para aludir al exceso de un fluido orgánico en una parte corporal o en el organismo en general. Suele asociarse el concepto a la sangre, o particularmente al nivel excesivo de glóbulos rojos en el volumen sanguíneo.
La plétora, en este marco, es frecuente en los recién nacidos. Por eso los bebés, después del parto, suelen presentar una tonalidad rojiza en la piel. Esto aparece cuando en la sangre hay una gran cantidad de glóbulos rojos, una condición que recibe el nombre de la policitemia.
Además de todo lo indicado, no podemos pasar por alto la existencia de lo que se conoce como plétora pulmonar. Con este término se hace referencia a un tipo de problema de salud que, como su propio nombre indica, afecta a los pulmones. Se manifiesta fundamentalmente a través de un incremento y una prominencia de lo que son las venas pulmonares centrales, las arterias intrapulmonares y las arterias hiliares.
De la misma manera, también existe la plétora facial. Esta hace referencia a una afección que tiene entre principales síntomas un rostro encendido, cefaleas, latidos de corazón acelerados, hemorragias, sudores, dificultad respiratoria…
Esa última plétora también es conocida por el nombre de Signo de Pemberton y se produce como consecuencia de una compresión de lo que es la vasculatura a la altura del opérculo torácico cuando la persona viene a elevar lo que son los brazos.
Además existe la plétora fisiológica, que se denomina también subida de la leche. Tiene lugar cuando a la mujer que ha sido recientemente madre se le llenan los pechos de leche. La manera de hacerle frente a esa situación es vaciando esos o haciendo que el bebé recurra a la succión de los mismos para alimentarse.