Plugin es una noción que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). Se trata de un concepto de la lengua inglesa que puede entenderse como “inserción” y que se emplea en el campo de la informática.
Un plugin, que también puede mencionarse como plug-in, es aquella aplicación que, en un programa informático, añade una funcionalidad adicional o una nueva característica al software. En nuestro idioma, por lo tanto, puede nombrarse al plugin como un complemento.
Lo habitual es que el plugin sea ejecutado mediante el software principal, con el que interactúa a través de una cierta interfaz. En la actualidad, la mayoría de los programas trabajan con plugins.
Origen de los plugins
El origen del plugin se encuentra en la década de los años 70 y es que fue entonces cuando un editor de texto llamado EDT permitió que un programa externo pudiera acceder al mismo para así, y tomando como escenario el sistema operativo Unisys VS/9, poder llevar a cabo labores de edición.
Ese fue el principio y desde entonces han ido surgiendo un sinfín de plugins, tanto en Macintosh como en otros muchos tipos de softwares y sistemas operativos.
El caso de WordPress
No hay que pasar por alto que también los programas o plataformas de blogging, como sería el caso de WordPress, también cuenta con sus propios plugins. En concreto, los que tiene aquella le da la oportunidad al usuario no sólo de darle forma a un sencillo blog sino también de crear una tienda online e incluso de poner en marcha diversos trucos, con el claro objetivo de que su espacio web reciba mayor número de visitas.
En concreto, en WordPress existen ya más de 25.000 plugins. No obstante, entre los más significativos se encuentran los siguientes:
- Tweet Old Post, que lo que hace es crear tuits de artículos y posts que ya se tienen publicados. De esta manera, el blog o página web será muy activo y podrá continuamente conseguir nuevos seguidores en las redes sociales.
- WooCommerce. Este plugin lo que ofrece es la posibilidad de crear una auténtica tienda de comercio electrónico, que resulte atractiva para el posible comprador y que facilite al propietario no sólo la atención sino también el recibir el pedido pertinente e incluso realizar los cobros y los envíos.
Utilidades de los plugins
En un gestor de contenidos, por lo tanto, un plugin puede servir para incorporar ciertos botones a la publicación o para modificar su estética. Los navegadores web (Mozilla Firefox, Chrome), por su parte, apelan a estas aplicaciones para la visualización de ciertas clases de contenidos. Algo similar ocurre con los reproductores de video o de audio, que pueden usar un plugin para reproducir ciertos formatos que, en la versión original y básica del programa, no estaban habilitados.
Una de las principales ventajas que ofrecen estos complementos es que facilitan la colaboración de desarrolladores externos con el software. Estos desarrolladores pueden realizar sus aportes a las funcionalidades a través de distintos plugins.
En ocasiones, puede surgir un conflicto entre un plugin y la aplicación principal que provoque diversos fallos. En estos casos, por lo general, el software brinda la opción de desactivar el plugin de manera temporal o, incluso, de desinstalarlo.