La idea de población activa se emplea en el terreno de la economía para aludir al sector poblacional de una nación que está en edad de desarrollar actividades laborales. En dicho conjunto se incluye a las personas con empleo y a aquellas que no lo tienen.
Por tanto, podemos establecer que la población activa de un país es el resultado de la suma de la población ocupada, que es la que tiene un empleo, ya sea por cuenta ajena o propia, y de la población parada o desempleada.
Todos los individuos que, por edad, están en condiciones legales de trabajar, componen la población activa. Puede decirse, por lo tanto, que la población activa es equivalente al mercado laboral.
Es importante saber el origen etimológico de las dos palabras que componen el término que nos ocupa. Así, en primer lugar, población deriva del latín. Concretamente se formó uniendo el sustantivo “populus”, que significa “conjunto de ciudadanos varones”, y el sufijo “-cion”, que se usa para indicar “acción y efecto”.
Activa también procede del latín. En su caso, emana de “activus”, que es el resultado de sumar “actum”, que es el supino del verbo “agere” (mover adelante), y el sufijo “-ivus”, que se emplea para determinar una “relación activa o pasiva”.
Otra manera de entender a la población activa es como la totalidad de los empleados y de los desempleados de un país. La tasa de desempleo (o tasa de desocupación), en este marco, está dada por el porcentaje de la población activa que carece de un trabajo.
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto que en España se lleva a cabo lo que es la Encuesta de Población Activa (EPA) de forma periódica, concretamente trimestral. En concreto, es una investigación que tiene como principal objetivo conocer los «datos de la fuerza de trabajo» en sus distintas categorías y también los de los llamados inactivos.
Esa citada encuesta hay que conocer que lleva realizándose en el país desde la década de los años 60, concretamente desde 1964. En concreto, el organismo que se encarga de realizarla no es otro que el Instituto Nacional de Estadística (INE) y para ello hace uso de una metodología establecida en 2005.
Se habla de tasa de actividad, por otra parte, como el cociente entre la población económicamente activa (es decir, que efectivamente produce riqueza) y la población que se encuentra en edad de trabajar. A partir de la incorporación progresiva de la mujer al mercado laboral, la tasa de actividad creció en las últimas décadas.
Es importante tener en cuenta que existen debates sobre la inclusión en la población activa de la gente que no tiene empleo y tampoco lo busca. En algunos casos, a este sector poblacional se lo menciona como población inactiva.
Esta consideración respecto a quienes carecen de trabajo y no buscan conseguir uno es clave a la hora de calcular la tasa de desempleo. Si se incluye a este grupo en la población activa, el nivel de desocupación resulta más alto en comparación al que se registra si se lo excluye.
