Polifacético es aquello que exhibe varias facetas o aspectos. Por ejemplo: “Este es un coche polifacético, que ofrece buen rendimiento en la ciudad pero también se desempeña correctamente en terrenos menos transitables”, «En la actualidad, cuesta encontrar artistas tan polifacéticas como Barbra Streisand», “Compré un modular polifacético que puede configurarse de distintas maneras según el lugar de la casa donde se instale”.
Dicho de una persona, polifacético es un adjetivo que refiere a alguien de aptitudes o condiciones múltiples: “Viggo Mortensen es un hombre polifacético: no sólo triunfa en Hollywood como actor, sino que también es músico y poeta”, “Pese a que trabajo como oficinista, me considero alguien polifacético, que puede adaptarse a distintos entornos”, “Steven Seagal parece representar siempre el mismo personaje: no es nada polifacético”.
Polifacético en el arte y el espectáculo
En el mundo del espectáculo, la noción de polifacético es fácil de comprender ya que está vinculada a aquellos artistas capaces de realizar distintas actividades, generalmente asociadas a diferentes perfiles. Una persona que puede trabajar como actor, cantante, editor y director de cine es polifacética, ya que su rol no está limitado a una única disciplina.
Polifacético, pues, es aquel que puede mostrar varias caras. Una mujer que empieza su carrera como modelo, luego se desempeña como actriz, más tarde se dedica a la música y finalmente termina conduciendo un programa de TV es una figura polifacética.
Diferencias con la versatilidad
En cierto sentido, el concepto de polifacético puede usarse como sinónimo de versátil, en cuanto a que ambos se refieren a una especial y particular flexibilidad a nivel intelectual. Una posible diferencia entre ambos es que el último suele utilizarse para denotar una gran habilidad dentro de un mismo campo; por ejemplo, decir que un cantante de ópera cuenta con una voz extremadamente versátil puede significar que es capaz de abordar un repertorio dramático con la misma facilidad que uno ligero.
De forma diferente, calificar a un cantante de polifacético habla más del rango de estilos y géneros que es capaz de interpretar, dentro de los cuales podría estar la ópera, el jazz y el gospel, por ejemplo, sin que esto signifique que posea una cierta versatilidad dentro de cada uno. Pero no todos los usos de polifacético hacen referencia a un talento o una habilidad especial; mientras que el tenor del ejemplo anterior nació con un don, con una voz fuera de lo común, el otro cantante simplemente puede haberse especializado en más de un tipo de música, independientemente de su calidad vocal y de su musicalidad.
Individuos polifacéticos de ayer y hoy
Hay quienes afirman que en el pasado había más espacio para el estudio de diversas disciplinas, lo cual daba lugar al nacimiento de más personas polifacéticas que en la actualidad. Cuando se mira hacia atrás en la historia, nombres como el de Leonardo Da Vinci resuenan con especial intensidad, dados sus estudios e investigaciones en áreas de lo más diversas.
Sin embargo, hoy en día son muchas las personas que aprovechan las ventajas de la tecnología para sumergirse en varios campos del conocimiento al mismo tiempo, para explorar y desarrollar sus múltiples inteligencias y convertirse en seres más abiertos, más flexibles. Incluso de las regiones más pobres del mundo surgen genios que saben combinar los pocos recursos que les ha dado la vida para sobresalir y encontrar un camino de gloria y reconocimiento.
Cabe resaltar que ser polifacético no significa tener varios talentos; en muchos casos, basta con uno solo: la capacidad de adaptarse a las adversidades de la vida, de superar los límites impuestos por los demás, y de transformarse para poder continuar avanzando. Aprender nuevas habilidades es posible, y no depende necesariamente de la genética; si bien no todos podemos convertirnos en bailarines clásicos e ingenieros nucleares, sí tenemos a nuestro alcance más de lo que solemos buscar, y en esos senderos inexplorados residen nuestras otras facetas.