Posnet es el nombre de una empresa argentina que ofrece terminales electrónicas de pago a los comercios. A partir de su popularización, la denominación comenzó a emplearse como sustantivo común para aludir a este tipo de dispositivos.
Un posnet, por lo tanto, es un datáfono: un artefacto que permite a un establecimiento comercial cobrar a sus clientes o usuarios mediante una tarjeta de débito o una tarjeta de crédito. Se trata de un equipo con conexión vía IP o red telefónica que dispone de un lector de bandas magnéticas, un teclado, una impresora y un software específico para la gestión de las operaciones.
Cuando alguien desea pagar con tarjeta, el vendedor debe recurrir al posnet. Así, tiene que solicitarle la tarjeta al cliente y colocar su banda magnética o chip en el lector correspondiente. Además necesita ingresar el monto a pagar, que será descontado de la cuenta bancaria del comprador (en el caso de la tarjeta de débito) o sumado a sus gastos (cuando se abona con tarjeta de crédito). Una vez concretado el pago, el posnet imprime dos copias del ticket que funciona como comprobante: el comprador debe firmar el documento original y entregárselo al vendedor y se queda con la copia.
A partir de los avances tecnológicos, el funcionamiento y las prestaciones del posnet fueron cambiando. En la actualidad los equipos pueden establecer conexiones por Internet, líneas de teléfono o chips de telefonía celular (móvil). Existen, en este marco, los posnet fijos y los posnet inalámbricos.
También hay datáfonos que habilitan la integración con la facturación. Incluso hay equipos que posibilitan la incorporación de programas de puntos o la recarga de crédito, por ejemplo.
Otra de las innovaciones que han aparecido en los posnet de los últimos tiempos es el pago mediante conexión NFC (Near Field Communication o Comunicación de Campo Cercano), una tecnología inalámbrica que permite realizar el pago simplemente acercando la tarjeta de débito o crédito al datáfono, o bien apoyándola sobre el lector, en lugar de tener que insertarla o pasarla por la ranura.
Entre las ventajas del pago mediante NFC se encuentra la mayor comodidad: bastan unos segundos de contacto entre la tarjeta y el posnet para que se complete la operación, sobre todo si no nos exigen el ingreso de nuestra clave de seguridad. Este último punto es importante, ya que dependiendo de la normativa vigente, los montos inferiores a determinado límite no requieren tal verificación de identidad, y esto agiliza bastante las compras pequeñas.
Si el posnet acepta pagos con NFC también nos brinda ventajas en lo referente a la conservación de las tarjetas: dado que no tenemos que insertarlas en estrechas ranuras, su desgaste es prácticamente nulo durante el pago. Esto representa un cambio drástico con respecto a los antiguos sistemas, que acarreaban un roce considerable en cada operación.
Antes de la invención del posnet, el pago debía registrarse de forma manual con un dispositivo mecánico llamado validadora o, informalmente, bacaladera. Para que el proceso pudiera llevarse a cabo era necesario que los datos del titular de la tarjeta estuvieran en relieve, ya que se grababan mediante el uso de papel carbón.
En aquella época el proceso de compra era más engorroso, porque el vendedor debía exigirle al comprador un documento de identidad, verificar a mano que la tarjeta no fuese robada, llamar por teléfono al Centro de Autorizaciones si el monto era demasiado elevado y finalmente plasmar en papel todos los datos de la transacción. El posnet supuso la automatización de todos estos pasos y un aumento en la garantía de seguridad para ambas partes, ofreciendo una mayor agilidad que repercutió indirectamente en que las tarjetas se volvieran más populares.