Tras el posmodernismo y las vanguardias, llegando a la mitad del siglo XX comenzó a desarrollarse en América Latina un movimiento que se conoció como posvanguardismo. Esta corriente se oponía a muchos postulados de la llamada poesía clásica.
Antes de avanzar con la definición, es importante recordar que el posmodernismo nació en oposición al refinamiento del modernismo. El vanguardismo, en tanto, surgió a fines del siglo XIX con la finalidad de renovar la literatura y el arte.
Los posvanguardistas, en este marco, eran escritores cercanos al existencialismo y al surrealismo que rechazaban las estructuras rígidas en el lenguaje poético. Por sus características se suele definir al posvanguardismo como antipoesía.
Este conjunto de autores, donde se incluye al mexicano Octavio Paz y al chileno Nicanor Parra, buscaba quitarle solemnidad a la figura del escritor y a la poesía en general. Las obras del posvanguardismo apostaban por el montaje de diversos fragmentos heterogéneos a modo de collage.
La denominación de posvanguardismo se asocia a la actitud de estos poetas respecto a las vanguardias. Los expertos afirman que se encargaron de asimilar su lenguaje rupturista y lo proyectaron hacia la realidad latinoamericana.
Sin respetar un orden temático y alterando la sintaxis, los posvanguardistas se comprometieron con un lenguaje libre. Los lectores, así, deben recurrir a su imaginación y surgen significaciones variadas.
El uso de la ironía y el humor para transformar información social, histórica y política es otra característica del posvanguardismo. Estos literatos crearon una poesía de denuncia o testimonial de un modo novedoso, con la preocupación por el futuro de la humanidad entre sus ejes.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que otras características esenciales del posvanguardismo son las siguientes:
-Se le otorga una importancia significativa a lo que es el erotismo.
-De la misma manera, sus autores buscan en todo momento la innovación.
-Se vino a establecer que la poesía, entre otras muchas cosas, debía ser «crítica».
-El posvanguardismo, a pesar de todo, viene a mantener lo que es el subjetivismo irracionalista de lo que fue el movimiento de vanguardia.
-Se manifiesta una clara preocupación no solo por el ser humano sino también por la patria, por la familia e incluso por los llamados problemas sociales.
Además de los dos autores citados, no podemos pasar por alto otros dos que también se convirtieron en figuras claves del posvanguardismo. Nos estamos refiriendo a los siguientes:
-Gonzalo Rojas (1916 – 2011). Se trata de un poeta chileno que se consideró una de las plumas más revolucionarias de su tiempo. Los prestigiosos premios Cervantes, Reina Sofía de Poesía Iberoamericana o Nacional de Literatura de Chile recayeron en manos de este autor, que nos legó obras tales como “La miseria del hombre” (1948), “Del relámpago” (1981) o “La palabra placer y otros poemas” (2002).
-José Lezama Lima (1910 – 1976), que se trata de un escritor cubano caracterizado por su poesía mística y compleja. Escribió poesía, ensayo y narrativa destacando entre sus trabajos algunos como “Paradiso” (1966), “Muerte de Narciso” (1937), “Oppiano Licario” (1977) o “Enemigo rumor” (1941).
