El adjetivo previsible alude a aquello que forma parte de las previsiones. Se trata de algo que puede ser pronosticado o augurado.
Por ejemplo: “Era previsible que, luego de la devaluación, los precios de los productos importados iban a incrementarse”, “La expulsión del delantero uruguayo resultó previsible, ya que venía discutiendo con los rivales y con el árbitro desde hacía varios minutos”, “El equipo dominicano sufrió una derrota previsible ante el conjunto estadounidense”.
Lo previsible, en definitiva, puede suponerse con anticipación. Imaginemos que un niño empieza a hacer malabares con una copa de cristal ante los ojos de un observador. Luego de unos pocos segundos, la copa termina cayendo al piso y estallando en múltiples pedazos. Quien fue testigo de la situación puede afirmar que el desenlace era previsible, debido a que el cristal es un material muy frágil y el niño ya había lanzado el objeto al aire para tratar de atraparlo en varias oportunidades.
Supongamos que, en un partido amistoso, se enfrentan el seleccionado argentino de fútbol con el equipo que representa a Tonga. En Argentina juegan figuras del deporte mundial como Lionel Messi y Sergio “Kun” Agüero, mientras que el conjunto de Oceanía está formado por futbolistas aficionados. El encuentro termina con una goleada abultada a favor de los sudamericanos, que se imponen por 9 a 0. Más allá de lo atípico del resultado, los expertos sostienen que era previsible debido a las diferencias de nivel y de jerarquía. Por los antecedentes de Argentina y de Tonga, y los logros alcanzados por sus jugadores, la lógica preveía una victoria abultada de Messi, Agüero y compañía.
Si observamos la lista de los sinónimos más comunes para la palabra previsible, notaremos en seguida que no se trata de un conjunto especialmente amplio, como sí ocurre con adjetivos más sencillos, tales como «agradable» o «antiguo». En este caso, podemos sustituirla por alguna de las siguientes: pronosticable, probable, presumible, imaginable y predecible. Con respecto a sus antónimos, los dos más usados son inimaginable e imprevisible, que se forman partiendo de dos de los términos anteriores y agregándoles un prefijo para oponer su significado.
En cualquier caso, podemos advertir que el significado de todos estos sinónimos nos habla de hechos o situaciones que no ocurren exactamente por sorpresa, o bien que resultan relativamente «lógicos» si prestamos atención a ciertas características de sus antecedentes. Tomemos el primer de la lista, pronosticable: de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, su definición es «predecir una cosa futura partiendo de ciertos indicios»; es decir, estudiando las pistas es posible estimar qué ocurrirá después de cierto punto en el tiempo.
En nuestro día a día, el concepto de pronóstico se usa con mucha frecuencia para hablar del tiempo meteorológico: los expertos observan de manera incansable todos los parámetros propios del clima para intentar adelantarse a fenómenos tan simples como una lluvia o tan catastróficos como un terremoto. Y tomando como punto de referencia este campo de la investigación podemos señalar que los términos obvio o evidente no son sinónimos de previsible, al menos no de los más precisos, ya que para prever algo es necesario hacer un esfuerzo, realizar algún tipo de estudio, mientras que lo obvio o evidente se encuentra frente a nuestros ojos y cualquiera puede advertirlo sin trabajo alguno.
Otro de los sinónimos más comunes de la lista anterior es predecible: el verbo predecir se define como «anunciar el suceso futuro de algo basado en un conocimiento fundado, una conjetura o una revelación». Uno evalúa los signos, los coteja con experiencias anteriores y entonces emite una predicción, una previsión, un pronóstico: basado en todo esto, estoy convencido de que ocurrirá aquello.
