Andy Warhol está considerado como un artista prominente.
Prominente es un adjetivo que deriva de prominens, un vocablo latino. El término se emplea para nombrar a aquello que resalta, sobresale o prevalece, ya sea de manera física o en sentido simbólico.
Por ejemplo: “La roca que descansaba en la cima de la montaña, prominente, podía observarse desde varios kilómetros de distancia”, “El médico quedó preocupado por el bulto prominente que me salió en el brazo y me comentó que realizará varios estudios”, “Los inspectores municipales multaron a los negocios cuyos carteles prominentes dificultan la visibilidad”, “Mañana tendremos la visita de un prominente científico que nos explicará los secretos de la energía nuclear”.
TemasConcepto de prominente
En el lenguaje cotidiano, el uso más habitual del concepto de prominencia se encuentra asociado a una personalidad destacada. Cuando se califica a una persona como prominente, se estará haciendo referencia a que tiene fama o es reconocida.
Si alguien indica que Andy Warhol fue un prominente artista, estará haciendo alusión a que este norteamericano fallecido en 1987 gozó de un amplio reconocimiento y fue muy popular.
Con ciertas personalidades, la prominencia no está en duda: nadie cuestionaría que Michael Jordan fue un basquetbolista prominente o que Paul McCartney es un músico prominente. Sin embargo, en otros casos, el adjetivo puede resultar cuestionado.
Hay que mencionar, de todas formas, que la calificación de prominente no refiere siempre a las mismas características. En ocasiones se aplica respecto a la fama, en otras se orienta al talento, etc. Así, el adjetivo puede enfocarse a distintos aspectos y significar cosas diferentes.
Entre los deportistas más prominentes de la historia se encuentra Michael Jordan.
El camino a la fama y el reconocimiento
El sueño de todo artista joven es convertirse en una figura prominente; probablemente, este deseo de destacarse del resto es tan antiguo como la humanidad misma, pero en la actualidad es cada vez más difícil. Si bien contamos con decenas de programas de televisión que brindan un espacio a los nuevos talentos y de plataformas en Internet que permiten compartir con el mundo entero nuestras habilidades especiales, la facilidad con la que todos pueden acceder a dichas oportunidades reduce considerablemente las probabilidades de triunfar y, más aún, de perdurar.
Michael Jordan y Paul McCartney, mencionados en un párrafo anterior, son dos figuras que alcanzaron la fama a nivel mundial y que pasaron a la historia para ser recordados, muy posiblemente, durante siglos. Sin embargo, es importante señalar que se trata de personas que pertenecieron a otra época, en la cual no existían las oportunidades antes citadas, sino que, por el contrario, cada uno debía zanjarse su propio camino con una gran determinación, con infinita paciencia y, con trabajo duro.
Como consecuencia de las diferencias entre la época del afamado Beatle, el rey del baloncesto y la actual, el significado y los matices de la palabra prominente han cambiado sustancialmente. No es necesario nombrar directamente a ninguna estrella de la música o del deporte actual para comprender que la permanencia en el escaparate de la fama tiene una duración mucho menor que en el pasado, ya que el volumen de «nuevas caras» hace necesaria una rotación constante, para evitar que el público se aburra y deje de consumir.
Por otro lado, cuando se habla de la lucha de ciertos grupos por conseguir que la sociedad les haga un espacio equivalente al de los demás, decir que uno de ellos ha alcanzado un papel más prominente es sinónimo de haber cumplido aquello por lo que ha trabajado duramente y no se refiere necesariamente a un talento o a la fama, como en los casos anteriores. La mujer, la comunidad homosexual y la raza negra son tres ejemplos de sectores de la sociedad que deben enfrentar desprecio, violencia y discriminación en muchos países del mundo, todos los días, aunque eso no los ha detenido nunca en su camino hacia la igualdad.
