Protuberancia es un término que procede del vocablo latino protuberantia. Se trata de un saliente, un relieve, una turgencia o una hinchazón.
Por ejemplo: «El médico me sugirió hacer un estudio para analizar la protuberancia que me salió en el cuello», «Esta protuberancia es el testimonio del golpe que recibí anoche», «Los juguetes con protuberancias son algo peligrosos: pueden lastimar a los pequeños mientras juegan».
Es importante tener en cuenta que, en ciertos casos, las protuberancias que aparecen en el cuerpo son consecuencias de trastornos de salud que exigen atención médica, como un tumor.
La protuberancia anular
Se conoce como protuberancia anular a la región del tronco encefálico que, ubicada entre el mesencéfalo y el bulbo raquídeo, permite la conexión de éste y de la médula espinal con el cerebelo, los hemisferios cerebrales y otras estructuras.
También denominada puente de Varolio, la protuberancia anular es la zona más saliente del tronco encefálico. Con aspecto de cubo, dispone de una cara superior que se vincula a los pedúnculos cerebrales, caras laterales asociadas con los pedúnculos cerebelosos, una cara posterior relacionada con el cuarto ventrículo y una cara anterior de forma convexa.
Otras salientes
La protuberancia isquiática es un saliente del hueso isquion, un componente óseo que aparece en los coxales de la pelvis. En este hueso se reconocen dos zonas: la rama y el cuerpo.
En el ámbito de la astronomía, la protuberancia galáctica es la agrupación principal de las estrellas en el seno de una galaxia espiral. Los astrónomos creen que existen diferentes tipos de protuberancias o bulbos galácticos.
Protuberancias de las piel
El nombre que recibe toda hinchazón anormal en la piel es, justamente, protuberancia de la piel. Por lo general, se trata de formaciones benignas, o sea que no son cancerosas, especialmente aquellas que tienen un cuerpo suave o blando y que se notan flexibles o fáciles de desplazar con los dedos. Cuando la protuberancia provoca dolor y aparece de forma repentina, en un período no mayor a dos días, la causa suele ser una infección o una lesión.
Ante la detección de cualquier hinchazón, se recomienda consultar con el médico y proporcionarle todos los datos posibles acerca de la misma. Algunos de los trastornos que se encuentran detrás de una protuberancia de la piel son los siguientes:
- Lipoma: una formación de grasa que se acumula bajo la piel.
- Inflamación de los ganglios linfáticos: esto suele manifestarse en la ingle, el cuello y las axilas.
- Quiste: es una acumulación de material semisólido o líquido que se encuentra envuelto en tejido cutáneo y atrapado bajo la piel.
- Tumor cutáneo benigno: algunas de sus formas más conocidas con los neurofibromas y las queratosis seborreicas.
- Forúnculo: se trata de una protuberancia que suele involucrar un folículo piloso. Se muestra rojiza y genera mucho dolor.
- Callo o callosidad: suelen aparecer en la planta del pie o en uno de sus dedos, dado que este engrosamiento de la piel surge como consecuencia de la constante presión que se ejerce en ciertas partes del cuerpo, algo que suele pasar cuando se utilizan zapatos de mala calidad o de una talla menor a la adecuada.
- Verruga: la protuberancia es áspera y dura, y por lo general se presenta en el pie o la mano, frecuentemente acompañado de puntos negros, y su causa es un virus de la piel.
- Lunar: es de color marrón, bronce o simplemente de la misma .onalidad que la piel en la zona en la que aparece.
- Absceso: líquido infectado que no encuentra el modo de salir del cuerpo.
- Cáncer de piel: en este caso, la protuberancia tiende a sangrar y se ve como una mancha cuyo tamaño se modifica y produce una costra.