Pucará, también aceptado como pucara, es un término de origen quechua que se emplea para aludir a un tipo de fortaleza que construían pueblos aborígenes del continente americano. Estas estructuras, que se levantaban en zonas elevadas, eran desarrolladas con pircas: muros de piedra en seco.
Los pucarás eran frecuentes en culturas andinas distribuidas en partes del territorio sudamericano. Se trataba de instalaciones estratégicas y defensivas donde residían los gobernantes.
En Argentina, por ejemplo, pueden encontrarse los restos del pucará de Tilcara, en la provincia de Jujuy. Ubicado en la cumbre de un cerro, se encontraba poblado a fines del siglo VIII.
Se trata de un sitio arqueológico compuesto de varias construcciones hechas por los tilcaras, pertenecientes al grupo de pueblos indígenas conocidos por los nombres de humahuacas u omaguacas. El pucará de Tilcara se encuentra en un sitio estratégico de la Quebrada de Humahuaca, a una distancia de 1 kilómetro de la ciudad homónima, encima de un morro que se sitúa a 80 metros de altura y al costado de la confluencia de los ríos Huasamayo y Grande, cuya altitud en dicha zona roza los 2450 metros sobre el nivel del mar.
La razón de que estos pueblos hayan construido su pucará allí es que le permitía dominar los únicos dos caminos de la zona, además de contar con la defensa de los acantilados del Río Grande y de las laderas. Para contrarrestar los faldeos de fácil acceso, decidieron levantar murallas de gran altura. Es importante señalar que estos espacios tenían objetivos más allá de la defensa, ya que también servían para ciertas prácticas religiosas y para controlar los campos de cultivo y las viviendas de los alrededores.
El pucará de Tilcara es uno de los más antiguos y conocidos de su región. Si bien su extensión exacta no se ha podido medir, se estima que podría alcanzar las 15 hectáreas. Con respecto a su antigüedad, ronda loas 1160 años. En su superficie podemos ver diversos barrios para los habitantes, una necrópolis, varios corrales e incluso un sitio dedicado a las ceremonias sagradas.
La persona responsable del hallazgo de este importante pucará fue Juan Bautista Ambrosetti, un reconocido etnógrafo y naturalista nacido en Argentina en 1865. El suceso tuvo lugar en el año 1908, mientras se encontraba en medio de una investigación arqueológica en el noroeste del país junto a Salvador Debenedetti, su fiel discípulo que tras su fallecimiento llevó adelante su obra en su nombre. Pasaron allí tres años más, durante los cuales recogieron alrededor de tres mil piezas, gracias a cuya observación pudieron estimar cómo había sido la vida de sus habitantes antes de la invasión española.
Cerca de San Pedro de Atacama, en Chile, se halla el pucará de Quitor. Fue construido en el siglo XII en una pendiente de unos 80 metros de altura. Ecuador, por su parte, dispone del pucará de Quitoloma, en la provincia de Pichincha.
El término Pucará también aparece en la denominación de varias divisiones administrativas actuales. En Bolivia, Pucará es el nombre de un municipio que forma parte de la provincia de Vallegrande (departamento de Santa Cruz). Perú, en tanto, cuenta con la localidad de Pucará en la provincia de Lampa (departamento de Puno).
El IA-58 Pucará, por otro lado, es el nombre de un modelo de avión creado por la Fuerza Aérea Argentina en la década de 1960. Esta aeronave con turbohélice fue diseñada para el ataque de objetivos terrestres.
El Estado argentino empleó aviones Pucará para combatir a la guerrilla en la provincia de Tucumán. Luego los utilizó en la guerra de Malvinas, en 1982. Colombia, Uruguay y Sri Lanka son otros países que recurrieron a los Pucará para el desarrollo de distintas misiones.