Un punzón es una herramienta que finaliza en punta y que se utiliza para generar troqueles, agujeros u hoyos sobre una superficie. De acuerdo a sus características y materiales, los punzones pueden servir para realizar diferentes clases de trabajos.
Utilizar un punzón es muy sencillo: sólo se debe presionar su punta sobre la superficie que se pretende agujerear. Se debe tener precaución, por supuesto, con la punta del instrumento ya que puede provocar heridas.
Uso del punzón
Dentro del ámbito escolar, también es muy habitual que se utilicen ciertos punzones. En concreto, se emplean en las asignaturas de plástica y dibujo para poder acometer diversos trabajos y técnicas variadas.
Existen punzones que se emplean para el grabado de medallas, monedas y otros objetos. También hay punzones que utilizan los joyeros para decorar sus creaciones. En algunos casos, los punzones cuentan con puntas que pueden cambiarse de acuerdo a la necesidad de uso específica. De este modo, un mismo punzón puede usarse para perforar metales, cuero, madera, etc.
El martillo y la mesa de trabajo
Cabe destacar que hay punzones que se emplean en conjunto con un martillo. En estos casos, la persona toma el punzón con una mano y apoya su punta sobre la superficie que pretende marcar mientras que, con la otra mano, golpea con un martillo sobre el otro extremo del punzón. Esto permite agujerear superficies muy duras, que serían imposibles de marcar con un punzón a mano.
Lo ideal es contar con una mesa de trabajo para utilizar un punzón. De esta manera tendremos mayor seguridad para manipular la herramienta, reduciendo el riesgo de lesión y la posibilidad de dañar otra superficie sin intención. Si empleamos el punzón sobre la mesa del comedor o directamente apoyando la superficie a grabar sobre las piernas, en cambio, podemos sufrir diversos inconvenientes.
Punzones en el cine
En el mundo del cine, el punzón ha tomado su protagonismo. Así, por ejemplo, se ha convertido en el arma de algunos peligrosos asesinos de películas consideradas ya míticas dentro de la historia de ese arte. Eso es lo que sucede, por ejemplo, con el filme «Instinto básico» (también conocido como «Bajos instintos»), estrenado en 1992, bajo la dirección de Paul Verhoeven y con Sharon Stone y Michael Douglas como protagonistas.
La historia de ese largometraje es la de un detective de policía que debe dar con la identidad de un misterioso asesino que mata a sus víctimas haciendo uso de un punzón de hielo. Una singular arma que hará que se ponga en el punto de mira como responsable a una escritora de novelas de género negro.
Un sello de calidad
Entre los punzones más famosos se encuentra el llamado Punzón de Ginebra. Este es el nombre que recibe una marca o sello de calidad que se le otorga a los relojes de tipo mecánico que no sólo se montan en la ciudad suiza de Ginebra sino que además se ajustan en la misma.
Es un distintivo que se creó hace más de un siglo, concretamente en 1886, y que viene a usarse para darle distinción, valor y calidad al dispositivo que lo lleva. Y es que en aquel entonces se quiso que, frente a imitaciones de diversa clase, se reconociera las cualidades de los que se realizaban en el cantón de Ginebra.