Cuando una persona reflexiona, organiza sus ideas y llega a una conclusión, habrá desarrollado un razonamiento. De acuerdo al tipo de proceso mental que lleva a cabo, es posible diferenciar entre distintas clases de razonamiento.
Inductivo, por su parte, es lo que está vinculado a la inducción (el proceso que lleva a obtener una conclusión general a partir de premisas específicas o particulares).
Qué es el razonamiento inductivo
Un razonamiento inductivo, por lo tanto, consiste en considerar varias experiencias individuales para extraer de ellas un principio más amplio y general. Es importante tener en cuenta que, pese a que se parta de premisas verdaderas, la conclusión puede resultar falsa. Que un razonamiento inductivo derive en una conclusión verdadera es apenas una probabilidad, cuyo grado varía de acuerdo al número de premisas que se consideren y a las características de éstas.
Un ejemplo de razonamiento inductivo es el siguiente: “Lionel Messi es argentino y juega al fútbol / Sergio Agüero es argentino y juega al fútbol / Gonzalo Higuaín es argentino y juega al fútbol / Todos los argentinos juegan al fútbol”. Como se puede apreciar, el razonamiento inductivo es válido, pero su conclusión es falsa (no todos los argentinos juegan al fútbol).
En otros casos, el razonamiento inductivo puede derivar en una conclusión verdadera: “Laura se arrojó al mar y salió mojada del agua / Carlos se arrojó al mar y salió mojado del agua / Marcela se arrojó al mar y salió mojada del agua / Todas las personas que se arrojan al mar salen mojadas del agua”.
A simple vista, es correcto afirmar que el razonamiento inductivo puede considerarse opuesto al deductivo, en cuanto a que este último parte de una premisa general para arribar a una conclusión particular. Del mismo modo, en ninguno de los dos casos la validez de las premisas condiciona el valor de verdad de la conclusión.
Los aportes de Bacon
Este método de la filosofía moderna se originó en el «Novum organum«, la obra más importante de Francis Bacon (ver imagen), un filósofo británico del siglo XVI, quien creía que la ciencia era una técnica que brindaba al ser humano el poder de dominar la naturaleza. Este libro, que fue publicado en el año 1620, poco antes de su fallecimiento, también se conoce con el título «Indicaciones relativas a la interpretación de la naturaleza«.
En «Novum organum«, Francis Bacon busca mostrar de manera sistemática cuán importante es el argumento inductivo para formar el conocimiento científico, oponiéndose de este modo al deductivismo, que imperaba en su tiempo. Para ello, comienza explicando el concepto de inducción apoyándose en el pensamiento de Aristóteles, según quien era «un tránsito que nos lleva de lo individual a lo universal».
Bacon profundiza en dicha definición, explicando que el objetivo es conseguir los axiomas en los cuales se fundamenta el razonamiento correcto partiendo de los sucesos particulares y los sentidos, elevándose de manera progresiva y continua para finalmente dar con los principios más generales, algo que -agrega- todavía no había sido probado, aunque se tratase del camino adecuado.
Elementos del razonamiento inductivo
El razonamiento inductivo es el método que Bacon creía útil para descubrir las artes y las ciencias, y para ello aseguraba que es necesario analizar la naturaleza, eliminando y excluyendo según el caso, para encontrar, luego de haber encontrado una cantidad suficiente de hechos negativos, los afirmativos.
Los tres elementos del método de Bacon para aplicar el razonamiento inductivo son los siguientes: la tabla de presencia, donde se listan los hechos en los cuales se evidencia el fenómeno, intentando que muestren una gran variedad para ampliar al máximo la visión del estudio; la tabla de ausencia, donde se recogen aquellos sucesos en los cuales no se hace presente el fenómeno; la tabla de grados, que muestra los hechos en los que aparece el fenómeno, con diferentes intensidades.