El término relevamiento no es reconocido por la Real Academia Española (RAE), aunque es de uso frecuente en algunos países sudamericanos. El concepto parecería proceder de relevar, una palabra con varios significados: reemplazar o cambiar algo o a alguien; quitar una carga; disculpar.
Su utilización, sin embargo, no está vinculada con estas acciones. Un relevamiento es una revisión, una investigación o un estudio de algo. Lo que se hace al relevar, en este sentido, es registrar cierta información que se detecta a partir de una observación.
Por ejemplo: «Un relevamiento del Ministerio de Obras Públicas detectó que, en la provincia, el 24% de las viviendas carecen de agua potable», «Estoy realizando un relevamiento sobre futbolistas latinoamericanos que hayan jugado en equipos africanos», «Un equipo de economistas está haciendo un relevamiento de precios en diversos mercados de la ciudad».
Relevamiento en el análisis de sistemas
En el área de la administración y finanzas, concretamente en lo que se refiere al análisis de sistemas, es habitual que se haga uso del término relevamiento que nos ocupa. En este caso, se define y caracteriza por los siguientes aspectos:
– Su objetivo no es otro que determinar la situación real y existente que hay en un sistema concreto. De ahí que se convierta en una investigación exhaustiva y detallada de todos y cada uno de los vértices de aquel, de la organización en cuestión.
– Ese proceso puede durar entre mes y mes y medio.
– Los métodos que se usarán por quienes llevan a cabo el relevamiento para poder recoger y recopilar todos los documentos y la información pertinente son muchos. No obstante, entre los más habituales están el cuestionario, la entrevista personal, las estimaciones, la observación personal, la realización de informes, las reuniones de trabajo, los muestreos…
Pasos a seguir
Para poder llevar a cabo un relevamiento es fundamental que la persona o personas encargadas de la misma establezcan lo que se da en llamar plan de relevamiento.
Este es un documento que se hace necesario que esté compuesto de los dos siguientes apartados básicos: los antecedentes y la ejecución. En el primer apartado, por ejemplo, se deben incluir tanto la identificación del problema como la del contexto. Por otro lado, en el segundo, tienen que determinarse las técnicas a utilizar, las prioridades o lo que será el establecimiento de las distintas tareas a realizar.
Ejemplos de relevamiento
Tomemos el caso de una organización no gubernamental (ONG) que desea mejorar la calidad de vida de una comunidad indígena. Para conocer sus necesidades más urgentes, realiza un relevamiento en la zona, entrevistando a los habitantes y registrando en imágenes diversos problemas que se advierten al recorrer la región (contaminación de un río, falta de infraestructura, etc.). Al completar el relevamiento, la ONG determinará cuáles son las acciones prioritarias para ayudar a la comunidad en cuestión.
Inspectores, por otra parte, pueden hacer un relevamiento en comercios para constatar cuántos negocios no están cumpliendo con las normativas fiscales en vigencia. El relevamiento permite sancionar a aquellos que están en falta y elaborar un informe que se presenta luego en una conferencia de prensa.