El adjetivo repetidor, que procede del vocablo latino repetītor, se utiliza para calificar a aquel o aquello que repite. La acción de repetir, en tanto, consiste en volver a expresar o a hacer algo.
El término suele usarse para aludir al estudiante que repite una asignatura o un curso. Además puede calificar a quien dice lo mismo que ya pronunció otra persona con anterioridad.
Por ejemplo: «Soy el único alumno repetidor de mi curso», «No pretendo que seas mi repetidor, quiero que saques tus propias conclusiones», «Este colegio tiene la política de no matricular a repetidores».
Los estudiantes de primario y secundario se ven sometidos a una serie de presiones que muchas veces los adultos no perciben. En primer lugar debemos tener presente que se encuentran en diferentes etapas fundamentales del desarrollo cognitivo y físico, y los cambios que atraviesan a lo largo de los más de diez años que abarca esta educación elemental no distan mucho de ser caóticos para ellos: comienzan con nociones básicas de la lengua, pero al finalizar están listos para encarar una carrera universitaria.
En medio de esta experiencia de aprendizaje tan intensa pasan de ser niños a jóvenes, descubren su sexualidad y forman su personalidad. No es raro que algunos no puedan enfrentar todo esto, y que se queden atrás, se conviertan en repetidores. Lo peor es que la imposibilidad de pasar de curso los estigmatiza, les echa encima las burlas de sus pares y la decepción de sus mayores.
En el terreno de la televisión, las telecomunicaciones y sectores semejantes, se denomina repetidor al dispositivo que capta una señal electromagnética y la retransmite amplificada.
El repetidor puede ser un artefacto analógico cuya función consiste en la amplificación de la señal de entrada, sin importar si esta señal es analógica o digital. También puede tratarse de un equipo digital que amplifica o lleva a cabo otra tarea sobre la señal digital que se encarga de retransmitir.
Los repetidores nacieron para evitar montañas u otros obstáculos en la transmisión de señales y para permitir que las señales lleguen más lejos, atravesando grandes distancias. Las características de estos elementos varían según su finalidad específica.
Hay repetidores que retransmiten las señales de TV o de radio, por ejemplo. Otros permiten repetir señales WiFi, incrementando su rango.
Cabe destacar que, en el caso de los repetidores que trabajan con señales digitales, se los suele llamar regeneradores. Esto se debe a que la señal de salida, en realidad, es una señal que se regenera partiendo de la entrada.
Los repetidores son muy útiles para casi todos los usuarios de estos servicios, aunque se vuelven imprescindibles para quienes viven muy lejos de las antenas principales o tras obstáculos importantes. Tal es el caso de los ámbitos rurales en terrenos con muchas elevaciones, donde es muy difícil que lleguen las señales de televisión e Internet.
Hablando específicamente del repetidor wifi, también se llama amplificador ya que lleva a cabo ambas tareas: toma la señal que llega a su zona y la amplifica, para mejorar su alcance. En otras palabras, se diseñan con el objetivo de brindar a un grupo de usuarios una mejor cobertura de la que recibirían sin su ayuda. Por lo general, estas funciones las cumple para propagar con mayor eficacia la señal que recibe del enrutador inalámbrico, el cual también se puede complementar con antenas externas que se colocan fuera de la vivienda.
Cabe mencionar que el uso de un repetidor wifi es común tanto en el interior como en el exterior de los edificios, ya sea en el ámbito industrial, comercial u hogareño. Dentro de un edificio muy grande o con paredes demasiado gruesas la señal que emite un enrutador inalámbrico puede debilitarse de manera considerable y no alcanzar todos los dispositivos que necesitan conectarse a Internet. Para estos casos se usan los repetidores interiores.
