Repoblación es el proceso y el resultado de repoblar (poblar nuevamente algo). El verbo puede utilizarse con referencia a plantar otra vez especies que antes formaban parte de un terreno y ahora, no. De este modo, cuando se habla de repoblación forestal, se está haciendo referencia a una reforestación.
Por ejemplo: «Mañana se desarrollará una jornada de repoblación forestal en la sierra», «Los vecinos exigieron al intendente que impulsase una repoblación de arbolado para embellecer el parque», «La repoblación de las regiones forestales afectadas por el incendio debe ser una prioridad».
La repoblación forestal
Por lo general, la idea de repoblación asociada a la reforestación se vincula a aquellos terrenos que, en el pasado cercano, presentaban ciertas especies que en el presente han desaparecido debido a la sobreexplotación, una catástrofe natural u otro motivo. La repoblación, por lo tanto, consiste en plantar dichas especies nuevamente o en plantar otras para que la zona vuelva a contar con vegetación.
Otros de los objetivos que se encuentran implícitos en el proceso de repoblación forestal pueden ubicarse en los siguientes dos grupos: productores (se orientan a producir bienes directos o materias primas, como ser madera, frutos o corcho); protectores (cuando se busca obtener beneficios indirectos que deriven de la simple existencia del conjunto de vegetales leñosos que se hallan en la zona a repoblar, como ser la conservación de la vida silvestre o la protección del suelo).
La elección de las especies
Uno de los pasos fundamentales a la hora de llevar a cabo un plan de repoblación forestal es la elección de la o las especies, algo que depende directamente de la definición de los objetivos, según las características planteadas en el párrafo anterior. El proceso de elección de especie se divide en tres etapas: la primera y la segunda giran en torno a los rasgos propios de la estación actual, atendiendo también ciertos factores ecológicos; la tercera, en cambio, apunta a respetar los criterios económicos.
Habiendo escogido la o las especies, se vuelve necesaria la indicación de su procedencia o ecotipo, o sea, dejar constancia del lugar en el cual se han obtenido las semillas; gracias a esta información detallada es posible establecer ciertas previsiones acerca de las características del conjunto vegetal que se desea crear.
Repoblación humana
La idea de repoblación también puede asociarse al proceso que lleva a volver a poblar un lugar que ha sido abandonado o cuyos pobladores originales han sido expulsados o aniquilados. La repoblación, en este caso, implica que una cierta cantidad de personas se instale en un determinado sitio.
Supongamos que un pueblo rural empieza a perder habitantes después de que el ferrocarril dejara de llegar hasta él. Al no recibir trenes, la economía local se terminó arruinando y los pobladores se marcharon. Así se convirtió en lo que se conoce como un pueblo fantasma. Ante esta situación, el gobierno provincial impulsa la repoblación de la localidad, otorgando créditos a las familias que se instalen allí y apoyándolas para que puedan desarrollar distintas actividades productivas.
Algunas veces la razón del descenso de población está relacionado con alguna catástrofe natural o con un importante accidente que haya tenido lugar a causa de la negligencia de una empresa constructora, por ejemplo. Tras una situación de emergencia, que también puede deberse a una ola de crímenes, el atractivo de un barrio puede desaparecer en muy poco tiempo, y todos los habitantes que encuentran la oportunidad de irse, suelen hacerlo.
Cuando una zona ha quedado estigmatizada por alguna de las razones recién expuestas, entre otras, la labor de repoblación puede ser muy difícil y requerir un esfuerzo conjunto entre órganos del gobierno y empresas privadas que encuentren beneficios en convencer a la gente de mudarse allí.