Rugoso es aquello que cuenta con arrugas (dobleces, pliegues). Antes de avanzar con el significado del término, es importante conocer su origen etimológico.
Dicha etimología nos lleva al latín rugosus («áspero«), que se formó a partir de la suma de dos elementos: el sustantivo ruga, que puede traducirse como «aspereza», y el sufijo -osus, que es equivalente a «abundante en».
Algunos ejemplos de uso del concepto son los siguientes: «El rostro rugoso evidenciaba que había tenido una vida larga y dura», «No puedes ofrecer un banquete con un mantel rugoso», «Los investigadores tuvieron en cuenta que la sábana rugosa revelaba que alguien se había acostado en la cama un rato antes».
Características de lo rugoso
Lo rugoso puede advertirse a través de la vista o descubrirse mediante el tacto. Si uno observa un vestido lleno de pliegues, podrá afirmar que es una prenda rugosa aún sin tocarla.
Por otra parte, si alguien acaricia la mano de un anciano con los ojos cerrados, también llegará a la conclusión de que la piel en cuestión es rugosa, pese a que no la esté mirando.
Una clase de retículo endoplasmático
El adjetivo rugoso se utiliza en diferentes contextos. Se conoce como retículo endoplasmático rugoso o retículo endoplásmico rugoso a un orgánulo de las células eucariotas cuya función es sintetizar y transportar proteínas. La rugosidad de este orgánulo está dada por los ribosomas que presenta en la superficie de su membrana.
El retículo endoplasmático rugoso dispone de canales repartidos en el citoplasma celular, en los cuales ingresan las cadenas polipeptídicas que desarrollan las proteínas. Estas proteínas no son liberadas al citoplasma.
La piel rugosa
No podemos pasar por alto que el término que nos ocupa está especialmente relacionado con la piel atópica. En concreto, este trastorno de tipo cutáneo -también llamado dermatitis atópica– se manifiesta a través de erupciones que le aparecen a la persona en su piel, de ahí que esta sea áspera e incluso rugosa.
Muy común en bebés es este mencionado trastorno, que cuenta con otros síntomas tales como ampollas y costras, enrojecimiento de la piel, cambios en el color de esta, inflamación, picazón… Situaciones que, además, se pueden fomentar o empeorar por circunstancias tales como resfriados, contacto con productos químicos, alergias, asma, estrés emocional, problemas de piel muy reseca y cambios de temperatura extremos.
Para poder hacerle frente a todos esos síntomas y mantener la dermatitis bajo control lo mejor es que quienes la sufran se hidraten a diario la piel, utilicen en el baño productos de higiene que sean lo más naturales posibles y no vistan con prendas que han sido confeccionadas con tejidos irritantes como la lana.
Corales extintos
Se denomina corales rugosos, por otra parte, a una especie de antozoos que ya se ha extinguido.
Estos animales, que podían encontrarse de manera solitaria o formando colonias, disponían de esqueleto de calcita, tentáculos y, posiblemente, células urticantes.