Running es una palabra inglesa que se refiere a la actividad de correr. El concepto puede vincularse a las competencias de atletismo o a la práctica recreativa. Por ejemplo: “Amo el running ya que me permite liberar tensiones y desconectarme por un rato”, “El running cambió mi vida y mejoró mi salud”, “El joven atleta africano ya tiene varias medallas de running”.
El running es una actividad que ganó muchos adeptos en los últimos años. Además de la concienciación de la gente sobre la importancia de practicar deportes, esta disciplina se asocia a la posibilidad de reducir el estrés, un elemento casi siempre presente en la vida moderna.
Hay que destacar, por otra parte, que el running es una actividad que no requiere grandes inversiones económicas. En su nivel más básico, alcanza con salir a correr al aire libre, ya sea en un parque, por la calle, en la playa, etc. Quienes desean practicar running de manera competitiva suelen invertir en calzado, ropa deportiva, cronómetros y otros elementos, aunque en general el equipamiento resulta accesible en comparación con otros deportes.
Cuidados para la práctica del running
Aunque no hay límite de edad para practicar running ni es necesario tener una gran capacidad atlética, es recomendable visitar a un médico antes de salir a correr. El profesional indicará la realización de distintos estudios (como un electrocardiograma y un análisis de sangre) para determinar si la persona está preparada para someter su organismo al esfuerzo que implica esta actividad. Quienes practican running sin una evaluación clínica previa, pueden sufrir graves problemas de salud e incluso, en los casos más extremos, perder la vida.
Además del asesoramiento por parte de un médico, el running requiere un plan de acción bien definido y la fuerza de voluntad como para llevarlo a cabo. En este sentido, no se diferencia de otras prácticas deportivas. Sin embargo, muy a menudo la gente pasa por alto estos puntos fundamentales y sale a correr sin preparación, convencida de que de este modo su estado físico mejorará drásticamente.
Para que el running nos ofrezca los resultados esperados, es necesario realizarlo a consciencia, tomando en cuenta una serie de reglas y recomendaciones, pero además complementándolo con otras actividades, como ser el ciclismo, la natación y el levantamiento de pesas, especialmente si pretendemos tener un cuerpo esbelto y bien formado.
Algunos consejos útiles
1) Se recomienda alternar la distancia, la ruta y el ritmo cada día, para que el cuerpo tenga la oportunidad de poner a prueba todas sus capacidades. A pesar de ser una actividad aparentemente simple, el running puede beneficiarnos en muchos aspectos, por lo cual no debe hacerse de manera automática y monótona.
2) El cuerpo necesita descanso entre períodos de práctica, ya que esto es también una parte integral del entrenamiento deportivo. Por dicha razón, se aconseja alternar varias disciplinas en lugar de realizar una sola todos los días.
3) Controlar el aumento de distancia de una semana a otra, evitando siempre los extremos, ya que pueden repercutir negativamente en nuestra salud y echar a perder todo nuestro esfuerzo. Puesto en números, nunca se debe incrementar más de un 10% por semana.
4) Aprender a modificar el ritmo para aumentar la resistencia. La velocidad debe incrementarse de forma medida y mantenerse constante en cada fase de la práctica. Uno de los errores más comunes es comenzar demasiado rápido, lo cual resulta en un agotamiento prematuro.
5) Recordar los ejercicios de estiramiento luego de cada sesión de running, aún si esto implica correr unos minutos de menos. Dejarlos pasar puede acarrear lesiones.
6) Trabajar la musculatura al menos dos veces por semana, en sesiones de media hora, para que los músculos evolucionen al mismo nivel que el sistema cardiovascular.