Un simulacro es una imitación, falsificación o ficción. El concepto, que proviene del latín simulacrum, está asociado a la simulación, que es la acción de simular.
El simulacro, por lo tanto, implica la representación de algo, fingiendo aquello que no es. Por ejemplo: “Los niños participarán mañana de un simulacro de incendio para que sus maestros les expliquen cómo actuar en casos de emergencia”, “No te preocupes, sólo se trata de un simulacro”, “Catorce hospitales participarán del simulacro de catástrofe organizado por las autoridades municipales”.
Simulacro en el ámbito militar
En el ámbito del ejército, se conoce como simulacro a una acción de guerra fingida. Esto permite ajustar mecanismos, estrategias y tácticas en un entorno controlado para que, en caso de una guerra real, el funcionamiento militar sea satisfactorio.
En este sentido, un simulacro puede simular un ataque a un cuartel. Los superiores, pues, deberán analizar la reacción de los soldados y los tiempos de respuesta para determinar si es necesario realizar algún tipo de instrucción o modificar algún protocolo de actuación.
Experiencia de vuelo
Los simuladores de vuelo, por su parte, ofrecen un simulacro de la experiencia de volar una aeronave. Estos sistemas buscan reproducir todas las variables reales de la manera más precisa posible. Así, los pilotos pueden practicar con estos simuladores antes de conducir un avión, donde los errores pueden ser fatales. Si se registra un fallo en un simulacro, en cambio, no ocurre ninguna tragedia, ya que estos sistemas simulan las condiciones reales gracias a dispositivos mecánicos y virtuales pero sin riesgo.
La importancia del simulacro reside en que forma parte de las medidas de prevención, la mejor manera de evitar o reducir los efectos colaterales propios de una catástrofe. Un tipo de simulacro muy común es la evacuación de inmuebles, para adiestrar adecuadamente a los equipos especializados en rescate y asistencia, así como a los propietarios, inquilinos y trabajadores que puedan estar dentro de un edificio en medio de una emergencia, que puede ser una inundación, un incendio o un terremoto, entre otras posibilidades.
Simulacro de evacuación
El simulacro de evacuación forma parte del grupo de programas internos de protección civil del inmueble, que se desarrollan para evaluar y ajustar la eficiencia de los planes de emergencia. Uno de los objetivos principales de estas medidas es hacer que todos los individuos implicados en una situación de riesgo se conviertan en protagonistas y que defiendan su propia seguridad de manera consciente, con las herramientas y los conocimientos suficientes para actuar en pos de una solución, en lugar de contribuir con el problema a través de la histeria o la inactividad.
Cabe mencionar que son muchas las variables a tener en cuenta en una emergencia, razón por la cual no siempre se debe reaccionar de la misma forma ante una situación similar; por ejemplo, a veces los incendios no derivan en una evacuación inmediata del inmueble, ya que es también importante asegurarse de que la zona circundante esté en buenas condiciones y no presente otros peligros a quienes salgan del mismo.
Es posible distinguir entre varios tipos de simulacro, los cuales se organizan en tres grandes grupos:
- Por su alcance: pueden ser parciales o totales, siendo estos últimos los que llegan al final de la representación, cubriendo todas las posibilidades y matices de la situación representada.
- Por su programación: con y sin previo aviso. Esto depende del objetivo del simulacro, y la decisión de anticiparlo o no muchas veces responde a la edad y la condición de las personas involucradas, para evitar potenciales complicaciones de salud en individuos con problemas del corazón, o en niños muy pequeños, por ejemplo.
- Por su función: de gabinete (planeamiento previo a la ejecución) y de campo (la puesta en marcha del simulacro en el inmueble).
Simulacro, por último, es una imagen hecha a semejanza de algo o de alguien.