Somatotipo no es un término aceptado en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). La noción fue elaborada por William Herbert Sheldon, un psicólogo estadounidense que realizó distinciones entre diferentes clases de cuerpos que, de acuerdo a sus características, incidirían en las facultades mentales de las personas.
Los tipos físicos propuestos por Sheldon se vinculan a la mayor o menor incidencia del endodermo, el mesodermo y el ectodermo en el sujeto. Estos tres elementos son las capas germinales que se forman en el desarrollo embrionario y que dan lugar a los tejidos y los órganos.
El endodermo permite el desarrollo del intestino; el mesodermo deriva en los vasos sanguíneos, los músculos y el corazón; y el ectodermo posibilita la formación del sistema nervioso y de la piel. Sheldon definía los distintos somatotipos de acuerdo a un puntaje del 1 al 7 según la mayor incidencia de una u otra capa germinal.
Clases de somatipos
Siguiendo con esta idea, el psicólogo norteamericano establecía tres grandes somatotipos: endomórfico (individuos con tendencia a acumular grasa en su organismo y a presentar sobrepeso), mesomórfico (sujetos macizos y de musculatura desarrollada) y ectomórfico (las personas con cuerpo delgado, extremidades extensas y escaso nivel de grasa corporal).
Adentrándonos un poco más en los tres grandes grupos que estableció la teoría que nos ocupa, podemos puntualizar estos otros aspectos:
– El endomorfo es alguien con el cuerpo de pera, que cuenta con cadera y hombros anchos, que su cabeza es redonda y que acumula grasas en zonas tales como los muslos y los brazos. A todo eso hay que añadir que se considera que tiene una gran capacidad pulmonar y que posee cualidades para practicar deportes tales como el rugby o el remo.
– El mesomorfo, por su parte, es una persona con caderas estrechas, cuerpo en forma de V, poca grasa y cabeza cúbica. Sobresale de modo especial por su velocidad, fuerza y agilidad, por lo que puede practicar con gran éxito disciplinas físicas como el salto de longitud.
– El ectomorfo, por otro lado, se caracteriza por poseer un cuerpo delgado, largo y fino. No tiene mucha musculatura, su frente es alta y cuenta tanto con caderas como con hombros estrechos. Estas características físicas le convierten en un individuo que puede lograr cierto éxito llevando a cabo disciplinas como la gimnasia.
De lo físico a lo psíquico
Además de lo expuesto, no podemos pasar por alto que existen ciertas fórmulas para poder determinar, de manera veraz y acertada, a que somatotipo pertenece cualquier persona y para qué tipo de deporte son más óptimas sus cualidades. Así, por ejemplo, el tipo ectomorfo es recomendable que practique atletismo, que los jugadores de hockey sean mesomorfos y que los gimnastas de trampolín sean endomorfos.
Para Sheldon, las características corporales de los somatotipos son revelantes en el desarrollo del temperamento y en diferentes características psíquicas de los seres humanos.
Es importante destacar que la teoría de los somatotipos tuvo popularidad en las décadas de 1940 y 1950 y luego fue perdiendo validez en el campo científico. Algunos consideran que la idea de somatotipo incluso puede ser el punto de partida para posturas racistas.