Los días subsiguientes a uno dado son los más próximos, sin saltos.
Subsiguiente es un adjetivo que se emplea para calificar a aquello que subsigue. El verbo subseguir, en tanto, refiere a lo que hace un elemento que sigue a otro de forma inmediata.
TemasConsecuencia o efecto
La noción de subsiguiente suele aludir a una sucesión temporal. Por lo general lo que subsigue es una consecuencia o un efecto de su antecedente. Además, es importante resaltar la inmediatez que diferencia lo que subsigue de lo que sigue. Esto se puede entender mediante el uso de un ejemplo: los días subsiguientes al lunes son el martes, el miércoles, etcétera, pero sin saltarse ninguno y comenzando por el directamente próximo, de la misma semana; los siguientes, en cambio, no se definen necesariamiente de esta manera, sino que engloban el futuro mirado desde ese día.
¿Cómo podemos usar, por lo tanto, ambas palabras de la forma más adecuada? Pensemos en una persona que comienza un proyecto de investigación para la escritura de un libro; si precisamos el primer día de su trabajo y decimos «a lo largo de los días subsiguientes recorrió todas las bibliotecas de su ciudad en busca de nuevas fuentes», significa que no pasaron más de 24 horas antes de que fuera a la primera, y que mantuvo este ritmo hasta que el relato indique lo contrario.
En cambio, decir que «los días siguientes fueron de una labor intensa, sueño escaso e ideas que se superponían», bien podemos entender que hubo alguna pausa en medio del proceso, que no continuó sin descanso alguno, pero tampoco pasó más de una semana sin hacerlo. Digamos que la palabra «subsiguientes» nos da la idea de elementos individuales vinculados directamente con el primero, mientras que «siguientes» habla más del grupo, de lo todo lo que vino después.
Algunos ejemplos
Tomemos el caso de una guerra civil en un país. Estos enfrentamientos tienen un impacto inmediato: la muerte de una gran cantidad de personas que participan de los combates o que son víctimas colaterales de los mismos. Cuando la violencia cesa, los fallecimientos a causa de la lucha armada dejan de producirse, pero afloran otros problemas, como dificultades en el terreno de la economía. Puede afirmarse, en este marco, que la comunidad debe prepararse para hacer frente a la crisis económica subsiguiente.
Veamos ahora lo que ocurre con un evento deportivo internacional que, a partir de una disposición de los organizadores, comenzará a disputarse cuando empiece el verano. Se puede decir que la competencia se pondrá en marcha simultáneamente con el inicio de la temporada estival, que trae aparejado el subsiguiente incremento de las temperaturas. Como conclusión, quienes participen de la competición deberán padecer el calor propio de la época.
Los elementos subsiguientes se relacionan directamente con el primero y entre sí.
Otro ejemplo: si un profesor anuncia a sus alumnos que explicará un determinado tema en las tres clases subsiguientes, está informando cuál será el eje de los próximos encuentros educativos. Los estudiantes, de esta forma, toman conocimiento de la temática de las próximas tres clases que tendrán con el docente. En este caso, el uso de la palabra «subsiguientes» podría resultar opcional, reemplazándose en cambio por «siguientes», aunque existe un matiz que explica las diferencias entre ambos.
Si las clases en las que el profesor anuncia que explicará el tema en cuestión no estuvieran relacionadas de ninguna manera con la actual, entonces deberían ser agrupadas bajo el adjetivo siguientes: serían simplemente las que vienen después de ésta, pero no formarían parte de un grupo o una etapa. En cambio, si en la actual desarrolla una introducción del tema, les brinda a los alumnos las herramientas para su correcto estudio, entonces es más correcto hablar de clases subsiguientes, porque éstas se desprenden de la primera y todas se vuelven necesarias para el grupo.
