Superlativo (del latín superlatīvus) es un adjetivo que hace mención a algo muy grande y fuera de lo común, con un grado máximo de excelencia Por ejemplo: «Roger Federer mostró durante años un nivel superlativo que le permitió encabezar el ranking mundial», «El niño hizo un esfuerzo superlativo y caminó más de veinte kilómetros en la nieve para hallar a su padre», «Fue un espectáculo superlativo, con doscientos artistas en escena».
En concreto, podríamos establecer que se recurre al uso del superlativo en los casos en los que se desee dejar perfectamente constancia de la diferencia que existe entre dos o más elementos. Es importante saber que para establecer aquel debe recurrirse de manera obligatoria a lo que es el artículo definido. Un claro ejemplo de esta matización que hemos establecido es la siguiente oración: «Juan es el más listo de los alumnos que hay en la clase de Física y Química».
Asimismo hay que dejar patente que el superlativo también se puede formar haciendo uso del adverbio de cantidad «muy», que se colocará antes del adjetivo en cuestión. Un ejemplo de ello podría ser la frase que te exponemos a continuación: «Eva es muy alta en comparación a las niñas de su misma edad».
Superlativos regulares
Se conoce como superlativo al grado que adquieren los adjetivos para nombrar a las características ya mencionados. Los superlativos regulares se forman añadiendo el sufijo ísimo a la raíz del adjetivo en grado positivo (buenísimo, altísimo, riquísimo, etc.): «Juan es un chico buenísimo que nunca a hace renegar a sus padres», «Mi profesor de Educación Física es un hombre altísimo que juega al básquetbol», «Te felicito, la comida está riquísima».
Además de todo lo expuesto, también hay que dejar patente que existe en castellano una serie de adjetivos que claramente no admiten la formación del superlativo haciendo uso de un sufijo. Entre aquellos podríamos destacar los siguientes: heroico, próximo, católico, anterior o ciego, entre otros muchos.
Así, para poder confeccionar el superlativo de los mismos, en ese caso lo que hay que hacer es colocarles delante el citado adverbio «muy». Eso supone, por tanto, que el superlativo de próximo no sea proximísimo, si no muy próximo.
También es importante tener en cuenta que bajo ningún concepto se pueden formar superlativos haciendo uso de las dos fórmulas citadas, es decir, con sufijo y también con el adverbio «muy».
Los irregulares
Los superlativos irregulares, en cambio, pueden tener forma propia (supremo, mínimo) o modificar sustancialmente la raíz del adjetivo (fortísimo, antiquísimo).
«Con un discurso supremo, el candidato conquistó a la amplia mayoría de los votantes», «Es un daño mínimo si tenemos en cuenta la violencia del impacto», «No me gusta este trago, es fortísimo y yo no suelo tomar alcohol» y «Ten cuidado con ese objeto: es antiquísimo y vale miles de dólares» son frases que muestran su uso.
Superlativos absolutos y relativos
Los superlativos también pueden diferenciarse entre superlativos absolutos (indican el grado más elevado del adjetivo) y superlativos relativos (hacen referencia al grado máximo o mínimo del adjetivo, pero sólo dentro de un conjunto).
«Las condiciones climáticas son óptimas, no podrían ser mejores» y «Ponte tu vestido más formal y acompáñame a la fiesta» soon expresiones que evidencian esta distinción.