El aprendizaje es un proceso de adquisición de habilidades y conocimientos, que se produce a través de la enseñanza, la experiencia o el estudio. Respecto al estudio, puede decirse que es el esfuerzo o trabajo que una persona emplea para aprender algo.
Por otra parte, una técnica es un procedimiento cuyo objetivo es la obtención de un cierto resultado. Supone un conjunto de normas y reglas que se utilizan como medio para alcanzar un fin.
Por lo tanto, una técnica de estudio es una herramienta para facilitar el estudio y mejorar sus logros. Los especialistas afirman que la técnica de estudio requiere de una actitud activa, donde quien estudia asuma su protagonismo y supere la pasividad.
Tipos de técnica de estudio
Existen distintas técnicas de estudio. Por ejemplo, la síntesis es un resumen de lo escrito por algún autor, pero con otras palabras. Se recomienda leer párrafos completos para determinar cuáles son los contenidos esenciales y reescribirlos, sin que se pierdan las conexiones entre las ideas principales del autor.
Las notas al pie de página o marginales también forman parte de las técnicas de estudio. El sujeto que está estudiando puede anotar palabras claves o realizar una síntesis de lo leído. Otra posibilidad es acudir al subrayado de las ideas principales.
Un aspecto a tener en cuenta a la hora de comenzar a desarrollar una técnica de estudio es el espacio físico donde se encuentra el estudiante. Es importante que sea luminoso, que cuente con buena ventilación y que no haya un ruido excesivo. Tampoco deben olvidarse los materiales necesarios para el estudio, como los libros de texto, papeles, marcadores y bolígrafos.
El aprendizaje de idiomas
En el caso del estudio de idiomas extranjeros, existen infinidad de mitos acerca de cuáles son los mejores métodos para aprender y desenvolverse con soltura. En primer lugar, es importante entender y aceptar desde el comienzo que no es posible incorporar decenas de palabras nuevas por sesión; algunos profesores aseguran que en el mejor de los casos tan sólo se logra recordar un 20 por ciento de lo aprendido en una clase, sin necesidad de repasarlo. Claro que en general, si se toman en cuenta factores como el cansancio y los problemas personales, el porcentaje es considerablemente más bajo.
Muchos asocian el concepto de estudio con la lectura y la memorización, y la práctica demuestra que el mejor camino consiste en la combinación de diferentes técnicas y medios. Continuando con las lenguas extranjeras, resulta extremadamente útil acompañar las lecciones de los libros de texto con películas, música y videojuegos. Justamente es a través de los gustos personales que se logra interiorizar un idioma de manera infalible, dado que se convierte en una herramienta indispensable para el ocio, y es ahí cuando el estudiante deja de asociar los contenidos con el aburrimiento.
Técnicas de estudio en la música
En la música, por ejemplo, aprender una pieza de cierta complejidad es una tarea que requiere de muchísima constancia y una gran capacidad de concentración. Pero es también muy importante saber cómo estudiar, ya que no sirve de mucho tocar o cantar una composición cientos de veces a lo largo de varias semanas. Una buena técnica es desglosar la obra en pequeñas partes, y tratarlas por separado, identificando el desafío que presenta cada una, de forma que sea posible practicar una u otra de acuerdo al tiempo disponible y al estado de ánimo, y no se sienta la presión de repetirla enteramente cada vez.
Otro consejo para estudiar piezas musicales es ejecutarlas con estilos y modos diferentes, intentando jugar con ellas a la vez que se practica. Por ejemplo, tomar una canción triste e interpretarla como si se tratara de una alegre, o tocar una obra rápida a poca velocidad, e incluso hacer variaciones espontáneas.