Definición de

Tejido sanguíneo

Tejido conectivo

El tejido sanguíneo es un tejido conectivo especializado.

La noción de tejido puede utilizarse en distintos contextos. Para la botánica, la anatomía y la zoología, un tejido es una agrupación de células que, actuando de modo coordinado, tienen un fin en común. Sanguíneo, por su parte, es lo que está vinculado a la sangre (el líquido rojizo que, mediante las venas, las arterias y los capilares, circula por el organismo).

El concepto de tejido sanguíneo refiere a aquél que está compuesto por una matriz líquida y por distintas clases de células. Por lo general, el tejido sanguíneo es calificado como un tejido conectivo especializado, que es la denominación de aquellos tejidos que permiten la integración de los diferentes sistemas orgánicos y que facilitan su sostén. Para algunos expertos, en cambio, el tejido sanguíneo es uno de los tejidos primordiales.

Fases del tejido sanguíneo

En el tejido sanguíneo puede diferenciarse una fase líquida (el plasma sanguíneo) y una fase sólida (compuesta por las plaquetas, los glóbulos blancos y los glóbulos rojos). Ambas fases reciben el nombre de componentes sanguíneos: la fase líquida es el componente sérico, mientras que la fase sólida es el componente celular.

Los vasos sanguíneos contienen el tejido sanguíneo y permiten que éste sea distribuido por el cuerpo. Entre las diversas funciones que cumple, se encuentran el traslado de oxígeno, la provisión de nutrientes y el transporte de células y de diversas sustancias.

El sistema circulatorio es el responsable de la circulación del tejido sanguíneo por el organismo. El órgano que impulsa la actividad circulatoria es el corazón, que bombea la sangre a través de las venas, las arterias y los capilares.

Glóbulos rojos

Los glóbulos rojos forman parte de la fase sólida del tejido sanguíneo.

Los glóbulos blancos

Los glóbulos blancos también reciben el nombre de leucocitos y son unos de los actores celulares de nuestro sistema inmunológico. Se trata de células capaces de migrar, que usan la sangre para poder acceder a diversas regiones del cuerpo. Entre las funciones principales de los glóbulos blancos se encuentran la destrucción de los microorganismos patógenos y de las células a las que infectan, y la segregación de sustancias tales como los anticuerpos, que se encargan de combatir las infecciones.

Según su conteo normal, los glóbulos blancos se encuentran en la sangre en un máximo de 11 500 por milímetro cúbico, pero este valor puede ser tan bajo como 4 500, y en esta diferencia influyen diversos factores que se agrupan en condiciones fisiológicas (estrés, embarazo, edad, actividad física, etcétera) y patológicas (cáncer, infecciones, inmunosupresión, etcétera).

Glóbulos rojos, otro componente de la fase sólida del tejido sanguíneo

También conocidos como eritrocitos o hematíes, los glóbulos rojos representan prácticamente el 96% de los denominados elementos formes o figurados (los ya mencionados glóbulos rojos, blancos y las plaquetas). Es interesante señalar que la cantidad presente en hombres y mujeres es considerablemente diferente: 5 400 000 y 4 800 000 por milímetro cúbico, respectivamente. Además, como puede apreciarse, es mucho mayor a la de glóbulos blancos.

Los glóbulos rojos no tienen orgánulos ni núcleo, y gran parte de su citoplasma está formada por ciertas enzimas y por una proteína llamada hemoglobina, la cual se encarga del transporte del oxígeno. En el tejido sanguíneo se transporta también el dióxido de carbono, en tres formas: bicarbonato, el cual sirve para regular el pH (su valor normal en las arterias suele encontrarse entre 7,36 y 7,44); compuestos carbodinámicos, en un 27%; libre disuelto, en un 8%. Por otro lado se encuentran las glucoproteínas, situadas en la membrana plasmática, gracias a los cuales es posible definir los grupos sanguíneos.

Una importante proteína de la sangre es la hemoglobina, que se encuentra únicamente en los góbulos rojos. Se trata del pigmento responsable del color rojo, tan característico, y que también colabora en el transporte del dióxido de carbono. Sus niveles normales no superan los 18 g/dl de tejido sanguíneo y viven aproximadamente cuatro meses, para luego ser eliminados y extraídos.

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Cómo citar este artículo Publicado por Julián Pérez Porto y Ana Gardey. Actualizado el 28 de junio de 2021. Tejido sanguíneo - Qué es, definición y concepto. Disponible en https://definicion.de/tejido-sanguineo/
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