El vocablo latino terminatio llegó al castellano como terminación. Así se denomina al acto y el resultado de terminarse o terminar: concluir, acabar, finalizar.
La terminación, en este marco, es el tramo final de algo o la última parte de un proceso. También puede tratarse de su cierre, remate o consumación. Por ejemplo: “El arquitecto afirmó que faltan pocas semanas para la terminación de la obra, con lo cual el hospital sería inaugurado a la brevedad”, “Me gusta mucho la terminación de este mueble, ya que la capa de esmalte le otorga un brillo especial”, “El delantero croata hizo todo bien pero falló en la terminación de la jugada”.
La terminación de contrato implica el cese del vínculo que unía a las partes. Los contratos pueden terminarse de distinta forma: por un mandato legal, por un acuerdo entre las partes, por una causa justa de una de las partes o de manera unilateral sin causa justa.
Tomemos el caso de la terminación de un contrato de trabajo. El fin de la relación puede deberse a la expiración del periodo acordado, con lo cual la causa sería legal; por decisión del empleador ante una falta grave y comprobable del trabajador (causa justa); o por un despido sin justificación (unilateral, sin causa justa), por mencionar algunas posibilidades.
Uno de los vocablos que muchas veces se usa como sinónimo de terminación es término, que de hecho forma parte de su familia. Ambos son sustantivos, aunque el primero es femenino y el último, masculino, y en algunos casos pueden tener el mismo significado pero los matices que los diferencian son muchos.
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, ambos pueden definirse como el punto o la parte final de una cosa (en el caso de terminación agrega la posibilidad de que se trate de la última parte de una obra), pero la primera acepción de terminación hace referencia a la acción y el efecto del verbo terminar o su reflexivo, terminarse. Precisamente, el sufijo -ción suele expresar esta idea de «acción y efecto» y se usa en muchos sustantivos de origen latino, como ser lección, función, grabación y producción.
Con respecto a término, en cambio, no se habla de una acción sino más bien de un punto que representa el extremo final de una cosa, ya sea de su extensión en el plano material o temporal. Otros sinónimos de la palabra terminación son consumación, conclusión, final, desenlace y clausura; nótese como todos ellos denotan el cierre de una acción que se extiende en el tiempo. De la misma manera, dos de sus antónimos más comunes son comienzo e iniciación.
En el terreno de la métrica, por otra parte, se denomina terminación a la letra que establece la consonancia o la asonancia de ciertos vocablos con otros. Para la gramática, en tanto, la terminación es aquella letra que sigue al radical de un vocablo.
Tampoco debemos olvidarnos de las terminaciones nerviosas, que se presentan en diferentes clases. Las libres, por ejemplo, son los finales no especializados de los aferentes (nervios que llevan impulsos desde los órganos sensoriales o receptores en dirección al sistema nervioso central); en otras palabras, la información que transportan va hacia el cerebro desde la periferia del organismo. Se encuentran especialmente en el cuerpo de los seres vertebrados y su función es la recepción de impulsos en la piel para la detección del dolor.
Las denominadas terminaciones de Merkel, en cambio, sí son especializadas. También se hallan en los cuerpos de los vertebrados, aunque además de la piel los podemos encontrar en la mucosa. Su función es la detección de la textura y la presión.