Tosco (o su versión femenina: tosca) es un adjetivo que se usa para calificar a la persona que carece de alfabetización, formación académica o buenos modales. El concepto también se utiliza para referirse a aquello que resulta burdo, rústico, incivil o bruto.
Por ejemplo: “No me agrada recibir órdenes de una persona tan tosca, pero él es mi jefe y debo acatar lo que dice”, “La abuela era una mujer tosca y de pocas palabras, aunque sabía cómo demostrar su cariño”, “¡No seas tosca! ¿Cómo se te ocurre abrir la lata con un martillo?”.
La tosca, una roca porosa
Una tosca también puede ser una roca porosa que se desarrolla con la cal del agua dulce. También conocida como toba calcárea, la tosca forma parte del grupo de las piedras calizas ya que se compone en su mayor parte por calcita.
El proceso de formación de una tosca se inicia con la lluvia. Esta agua tiene una cantidad reducida de dióxido de carbono y de minerales; cuando llega al suelo, comienza a cargarse de dióxido de carbono a partir de la actividad que realizan las bacterias y las plantas. De este modo, el líquido disuelve rocas calcáreas al avanzar por el sustrato subterráneo, llevándose carbonato y calcio. El agua después aflora a través de ríos, cascadas o manantiales y pierde el dióxido de carbono, precipitando calcita. Finalmente, estos cristales empiezan a formar una corteza calcárea sobre las plantas y su superposición deriva en la creación de las toscas.
Una ópera
“Tosca”, por otra parte, es el nombre de una ópera escrita por Giuseppe Giacosa y Luigi Illica con música compuesta por Giacomo Puccini, que se estrenó en 1900 en el Teatro Costanzi de Roma. Su libreto se basa en un drama de Victorien Sardou titulado «La Tosca», publicado en 1887 en París, y protagonizado por Sarah Bernhardt, una de las grandes actrices de la época.
La intensidad dramática que caracteriza esta ópera de Puccini, así como la belleza de algunas de sus arias la han convertido en una de las más relevantes del repertorio denominado verista, de la música italiana, el cual se caracteriza por una estética que, hacia finales del siglo XIX y principios del XX, comenzó a mostrar la realidad sin idealizarla (este movimiento también puede ser llamado realismo).
En la historia de «Tosca» encontramos algunos de los elementos que más atraen al público de la ópera: amor, pasión, violencia, intriga y, de forma casi inevitable, muerte. Se trata de un viaje inolvidable que consigue llevar las emociones del público al extremo, y en esto juega un papel fundamental el desarrollo de los personajes, logrado de una forma magistral tanto en los protagonistas (Floria Tosca y Mario Cavaradossi) como en el antagonista (el Barón Scarpia). Esta ópera se encuentra entre las tres más conocidas del compositor italiano, junto a «La Bohème» y «Madama Butterfly».
La estructura musical de «Tosca»
Con respecto a la estructura musical de «Tosca», es muy diferente a la división en arias que caracteriza muchas de las óperas más famosas de la historia, de compositores tales como Mozart, Rossini o Verdi, aunque acorde a lo que Puccini llevaba desarrollando hasta entonces: el discurso es continuo y tan sólo lo rompen una o dos arias. Si tomamos «El Barbero de Sevilla» (de Rossini), por ejemplo, notaremos que la obra está dividida en decenas de piezas, todas bien definidas y adecuadamente tituladas para una fácil identificación; «Tosca», por otro lado, presenta extensas secciones que se fusionan entre ellas de manera casi imperceptible.
Esto dificulta la interpretación de alguna de sus partes en el contexto de un concierto; sin embargo, sus dos arias «E lucevan le stelle», de Mario, y «Vissi d»arte», de Tosca, han sido cantadas en un sinfín de recitales, y muchos tenores y sopranos de todo el mundo continúan incluyéndolas en sus repertorios.