Del latín unanimis, unánime es un adjetivo que hace referencia al conjunto de opiniones o comentarios que coinciden en el parecer o en el dictamen. Algo unánime no muestra diferencias o contradicciones entre sus elementos.
Por ejemplo: “El jurado falló en forma unánime a favor del empresario”, “He consultado al resto del equipo y es unánime: no vamos a presentarnos en el próximo torneo si no nos pagan lo que corresponde”, “En decisión unánime, el boxeador argentino se quedó con el título del mundo al vencer por puntos a su rival”.
Decisión unánime
El concepto suele aparecer en los casos en los que se producen votaciones para dirimir una cuestión. Dichas votaciones deben contar con un número acotado de votos ya que, en caso de ser masivas (como un sufragio electoral), la unanimidad resulta imposible. En cambio, si votan unas pocas personas, es bastante probable que pueda registrarse una decisión unánime.
En el boxeo, se habla de fallo unánime cuando todos los integrantes del jurado coinciden al nombrar al ganador de un combate. Esto quiere decir que los distintos jueces otorgan un mayor puntaje al mismo boxeador, sin que ninguno haya tenido otra apreciación de las acciones.
En ocasiones, la noción de unánime se utiliza en un sentido general para hacer mención al consenso. Con expresiones como “La sociedad, en forma unánime, ha rechazado las medidas del gobierno”, se intenta transmitir el escaso apoyo recibido por una postura, aunque esto no quiera decir que ninguna persona entre miles o millones haya expresado lo contrario.
El término en la historia
La fecha 28 de septiembre de 2013 representa un hito en la reciente historia de Siria: la Organización de las Naciones Unidas (ONU) resolvió en forma unánime la destrucción de su arsenal químico. Luego de una guerra civil que había arrasado sus tierras por dos largos años, finalmente se condenó la utilización de armas químicas, además de solicitar la eliminación de las mismas. Cabe mencionar que no se trató de una imposición, sino de un llamamiento pacífico: no se amenazó al gobierno sirio con tomar represalias si no cumplía con su parte del acuerdo.
Esta unanimidad histórica por parte de la ONU fue un respiro para un país que no había recibido noticias de esperanza en mucho tiempo. El uso de armamento químico por su parte era sabido y solo era cuestión de tiempo que la comunidad internacional hiciera algo al respecto.
En qué se basó la resolución unánime
La resolución se basó en un acuerdo entre Rusia y Estados Unidos a principios del mes de septiembre de 2013, luego de que se llevara a cabo una investigación por parte de Naciones Unidas para verificar el uso de gas sarín (un líquido inoloro e incoloro, utilizado en ataques químicos y declarado por la ONU como arma de destrucción masiva) en un enfrentamiento que tuvo lugar a las afueras de la capital siria, el cual se cobró las vidas de cientos de inocentes.
La Carta redactada por Naciones Unidas especificó que el Consejo de Seguridad tendría total libertad de decidir el proceder adecuado, sin el uso de la fuerza armada, si no se obtuviera la respuesta esperada por parte de Siria.
Se trató de una resolución sin precedentes que buscaba acabar con la violencia de una manera pacífica, a diferencia de tantas acciones contradictorias que tuvieron lugar en la historia de la humanidad. Autoridades rusas y norteamericanas subrayaron la importancia de haber conseguido la disuasión y la reducción de la capacidad química del ejército sirio sin haber tomado medidas de fuerza, sin amenazas militares ni imposiciones.
Fue unánime la decisión y, del mismo modo, general el beneficio, dado que se trataba de un objetivo que protegía las libertades de los ciudadanos, promoviendo el diálogo y descartando toda forma de violencia.