Un vado es un sitio de un curso de agua que, gracias a su profundidad escasa y su fondo estable, permite el paso. La etimología del término nos remite a la lengua latina: vadus.
Por ejemplo: “Llevamos caminando más de dos horas y aún no encontramos ningún vado: no sé cómo vamos a cruzar el arroyo”, “La ruta atraviesa un vado poco profundo, que puedes pasar sin problemas”, “La camioneta se quedó estancada en un vado”.
Los vados pueden tener un origen natural o ser desarrollados por el hombre para permitir traslados. Hay vados en arroyos y ríos que pueden cruzarse a pie, a caballo o sobre un vehículo (automóvil, camioneta, camión, motocicleta, etc.).
El vado como obra
El concepto, de todos modos, también tiene otras acepciones. Se llama vado a la obra que se realiza en la vía pública para permitir que los vehículos puedan acceder a un garaje o a otro espacio: “Estoy esperando que el municipio me otorgue la autorización para realizar el vado así puedo comenzar a utilizar la cochera”, “Señor, está prohibido estacionar junto a este vado ya que por aquí ingresan y salen vehículos”.
En concreto, una vez que la persona cuenta con la autorización necesaria para acometer la construcción del vado, luego deberá realizar otra acción: tendrá que indicar mediante la correspondiente marca o señal que se trata de un vado por el que se está pagando al ayuntamiento o municipio y que, por tanto, está absolutamente prohibido estacionar el vehículo en ese lugar.
Así, por ejemplo, si alguien, por el motivo que sea, decide aparcar su coche en el vado, quien está pagando por el mismo podrá ponerse directamente en contacto con las autoridades para que se personen en el lugar y procedan a llevarse a aquel mediante la grúa.
Otros usos del término
El sector del mar donde las embarcaciones pueden fondearse también recibe el nombre de vado: “Busquemos algún vado para pasar la noche y luego continuaremos el viaje”, “Tan pronto como encuentre un vado, fondearé el barco”.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), vado también es el devenir que permite el desarrollo de algo: “Te prometo que daré vado a este asunto lo más rápido que pueda”.
Vado como denominación
De la misma manera, no podemos olvidar que existen distintas poblaciones repartidas por todo el mundo que también recurren al empleo de este término en sus nombres. Entre las más significativas se encuentran las siguientes:
- Vado. Es una pedanía española que se encuentra en la provincia de Palencia y que pertenece al municipio de Dehesa de Montejo. Cuenta con unos 30 habitantes, aproximadamente según los últimos datos recogidos, y ofrece al visitante varios atractivos, como la Iglesia gótica de San Sebastián, su pequeño manantial, los sepulcros antropomorfos encontrados y el eremitorio rupestre de San Vicente.
- Los Vados, que es una localidad que pertenece al municipio de Arenas (Málaga).
- Vado Real, población colombiana perteneciente al municipio de Suaita. Se sustenta su economía fundamentalmente en la ganadería y el cultivo de caña de azúcar y café.