Una válvula es un dispositivo que permite la regulación o el control de un determinado flujo de gases, líquidos u otras sustancias. El término proviene del vocablo latino valvŭla, que es el diminutivo del término valva (es decir, “puerta”).
A través de una válvula, es posible permitir o interrumpir el paso de algo gracias a una pieza que se mueve para liberar o bloquear un conducto. Las válvulas industriales son aquellas que se utilizan en máquinas, como una válvula de compuerta, una válvula de asiento o una válvula de retención, entre otras.
Una válvula de seguridad, por ejemplo, es aquella que actúa si un fluido supera el nivel de presión considerado adecuado, evitando que el sistema explote por la presión excesiva. La finalidad de estas válvulas, por lo tanto, es aliviar la presión.
Distintas válvulas industriales
Dentro del ámbito industrial juegan un papel fundamental las válvulas de bola. Estas cuentan con una larga lista de ventajas y señas de identidad relevantes que las han convertido en un referente:
- Son muy fáciles de abrir y de cerrar, ya que lo único que hay que hacer es mover la manivela de la que disponen unos 90º grados en uno u otro sentido.
- Ofrecen una larga durabilidad.
- Disminuyen de manera contundente el riesgo de que se pueda producir una fuga.
También están las llamadas válvulas de globo. Estas se suelen encontrar de manera muy habitual en los controles de caudales, tienen forma de “S” y poseen la particularidad de que permiten una caída de presión mayor que en otros tipos de válvulas.
El término en la anatomía
En el contexto de la anatomía, se denomina válvula al pliegue de una membrana que evita que los fluidos que circulan por los vasos corporales retrocedan. Las válvulas cardíacas, en este marco, permiten que la sangre no circule en la dirección contraria cuando sale del corazón.
Estas válvulas hacen que la sangre sea retenida de manera momentánea en una cavidad del corazón y luego, a través de las contracciones del órgano, sea bombeada hacia donde corresponde. Si no estuvieran las válvulas cardíacas, cada contracción haría que la sangre regrese por el mismo conducto y no se podría lograr la irrigación de todo el organismo.
El corazón dispone de cuatro válvulas: la válvula pulmonar, la válvula sigmoidea aórtica, la válvula tricúspide y la válvula bicúspide. Los trastornos en el funcionamiento de las válvulas se conocen como valvulopatías.
Válvulas de escape
Además de todo lo expuesto, no nos podemos olvidar que coloquialmente también se utiliza la palabra que nos ocupa con otro significado. Nos estamos refiriendo a la expresión válvula de escape, que se utiliza para hacer mención a herramientas o recursos que tiene una persona para liberar el estrés, la preocupación o la angustia que le asola.
De esta manera, por ejemplo, nos encontramos que hay individuos que la válvula de escape que tienen para olvidarse de sus problemas o de la tensión que acumulan es el ciclismo, la escalada, la pesca, el senderismo, la música o la práctica de cualquier actividad en grupo que le guste.