La vegetación es el grupo de los vegetales que existen en un cierto espacio geográfico. Puede tratarse de la flora propia del terreno (la vegetación autóctona) o de especies importadas.
La noción de vegetación, procedente del latín vegetatio, no hace mención a ningún taxón en específico. Es decir, la vegetación puede estar compuesta por plantas de diferentes características y en situaciones geográficas muy variadas.
Importancia de la vegetación
El concepto permite nombrar desde los bosques vírgenes hasta los conjuntos de arbustos salvajes o los jardines diseñados por un paisajista. Por ejemplo: «La vegetación de esta provincia es exuberante», «Quiero irme de vacaciones a un lugar donde haya mucha vegetación y animales», «La contaminación hace que la vegetación de este tipo de ciudades sea cada vez más escasa».
Es necesario tener en cuenta que la vegetación no sólo es importante desde el punto de vista del paisaje o el atractivo visual, sino que resulta vital para la generación de oxígeno, la conservación de los suelos y el denominado ciclo del carbono.
Clasificación según el tipo
Existen diversos tipos de vegetación según el medio en el que se encuentra. La vegetación acuática es aquella que se adapta al agua o a entornos con un elevado nivel de humedad. Estas plantas viven en estanques, pantanos, deltas o lagunas, ya sea sumergidas en su totalidad o con hojas que flotan.
Otros tipos de vegetación son la vegetación gipsófila (que aparece en los terrenos yesosos) y la vegetación halófila (propia de los suelos con alto índice de sal).
Las vegetaciones en los adenoides
Se llaman vegetaciones en los adenoides y otras glándulas del sistema linfático que tienen la finalidad de proteger al organismo de las infecciones de la infancia y se encuentran situados en la parte de atrás de la nariz, entre lo que comúnmente se conoce como campanilla y el paladar. La vegetación adenoidea, es un concepto médico que refiere al desarrollo desmedido de las amígdalas y de los folículos linfáticos.
A medida que el niño crece estas glándulas aumentan su tamaño (hasta los cuatro años de edad); después su tamaño comienza a disminuir hasta que desaparecen completamente. Cuando se produce alguna infección en las vegetaciones, es decir que éstas se inflaman, se bloquean las vías respiratorias y auditivas; esto se debe a su ubicación.
Los síntomas principales al inflamarse las vegetaciones son obstrucción de las fosas nasales que en algunos casos deriva en una sinusitis, voz tomada, ronquidos y abundante mucosidad. Además puede venir acompañada de dolores intensos de oídos e incluso supuración.
Consecuencias de la infección
Las consecuencias de esta infección pueden ser deformaciones en el paladar lo que dificulta lo que trae complicaciones en el proceso de dentición (porque la criatura no puede respirar adecuadamente por la nariz y comienza a hacerlo por la boca), mal aliento (a causa de respirar por la boca), paradas respiratorios o apnea obstructiva (a causa del aumento exagerado de las amígdalas), otitis (y si se repiten en un período de tiempo prolongado, podría provocar perforación en el tímpano y malformaciones de otra índole).
Para que esta infección puede diagnosticarse es necesario que el médico palpe a los niños y les realice una radiografía que permita saber con exactitud cuál es el problema. Una vez hecho el diagnostico, se recomienda un tratamiento con una medicación cuyo objetivo es disminuir hasta eliminar completamente las vegetaciones.
En algunos casos también se recurre a la cirugía para terminar con este problema. Esto ocurre cuando la obstrucción de la nariz es absoluta, el paciente sufre de profundos ataques de catarro, supuración regular en los oídos o bronquitis. En tal caso es estrictamente necesario que tanto el niño como sus familiares acaten las indicaciones del cirujano a fin de que la recuperación sea completa.