Se denomina verborrea al exceso de verbosidad. El concepto de verbosidad, en tanto, alude a una profusión de palabras a la hora de hablar.
Demasiadas palabras
La verborrea, en este marco, consiste en utilizar demasiadas palabras al expresarse. Las personas que hablan sin parar y aquellas que usan una cantidad excesiva de vocablos son verborrágicas o verborreicas.
Supongamos que una joven se reúne con una amiga en un bar y le empieza a contar que encontró un nuevo trabajo. La muchacha realiza un monólogo de unos diez minutos, sin que su interlocutora pueda interrumpirla o comentarle algo. Ante esta situación, se puede advertir la verborrea de la mujer.
Tomemos el caso del conductor de un programa de radio. Este comunicador, para dar a conocer el estado del tiempo, podría afirmar: “La mañana está lluviosa”. Sin embargo, por su verborrea, señala: “En las primeras horas de este martes 24 de agosto, el segundo día de la semana laboral, las condiciones meteorológicas imperantes están haciendo que tengamos una jornada pluviosa, con precipitaciones que incomodan a todo aquel que se asoma a la calle”.
Flujo del lenguaje
También conocida como lalorrea o logorrea, la verborrea puede vincularse a una alteración que afecta al flujo del lenguaje, acelerando el discurso y estableciendo trabas para impedir eventuales interrupciones. En este sentido, la verborrea es un síntoma de ciertas psicosis y estados maníacos.
Como trastorno, la verborrea se caracteriza por la incontinencia verbal y la incoherencia. Esto hace que dificulte el diálogo y la comunicación en general, ya que el individuo no escucha ni permite el intercambio. Se trata de un problema que muchas veces encontramos en individuos que recién conocemos, y salvo que estemos al tanto de las razones psicológicas, tendemos a describirlos como «personas que no saben escuchar» o «que ser responden a sí mismas».
A diferencia de los ejemplos expuestos más arriba, en los que la verborrea se puede apreciar en el exceso de palabras para describir una misma situación, en este caso el emisor pasa de un tema a otro sin pausa alguna, o bien dejando tan poco espacio temporal entre uno y otro que su interlocutor no suele tener la oportunidad de participar de la conversación. Dependiendo de la gravedad y de otros rasgos de su personalidad, la persona verborrágica puede mantenerse en este estado a lo largo de decenas de minutos o más, como si estuviera hablando sola.
A pesar de todo esto, no todas las personas afectadas por la verborrea a nivel psicológico conversan de la misma manera. Hay quienes realmente parecen incapaces de cederle el turno a su interlocutor o escuchar con atención lo que tiene para decirles, pero también existen otros que pueden detenerse en algún momento y adoptar el rol de oyente, permitiéndole a la otra parte que se exprese, e incluso demostrar interés a lo que le cuentan.
Verborrea y vocabulario
Una distinción que no está de más hacer en este punto es el exceso de palabras usadas en el discurso que supone la verborrea y la riqueza del vocabulario. No debemos olvidar que la alteración que supone la verborrea es de tipo cuantitativo. Lejos de ser una abundancia de sinónimos y expresiones alternativas, por lo general no es más que una ejecución ininterrumpida del habla, con escasez de variedad.
En cualquier caso, la verborrea suele aparecer como mecanismo de defensa ante el miedo que supone la comunicación con otras personas, de manera que no se trata de la única (ni mucho menos, de la mejor) manera que tiene la persona de expresarse. Es probable que en su soledad, en sus pensamientos, las ideas aparezcan ordenadas y concisas, e incluso con un vocabulario más amplio.