Voleo es una noción que puede usarse de varias formas. Ya sea en su versión masculina (voleo) o femenina (volea), el concepto se emplea para nombrar al golpe que se aplica sobre alguna cosa antes de que ésta toque la superficie. Esta acción es habitual en el terreno de los deportes, cuando un jugador impacta una pelota que se desplaza por el aire.
Si bien el primer deporte que nos viene a la mente cuando pensamos en este concepto es el voleibol, la acción de volear tiene lugar en muchos otros, siempre que exista la posibilidad de pegarle a la pelota mientras se encuentra en pleno vuelo. Por ejemplo: “Con una volea, el tenista español definió el encuentro y pasó a la siguiente ronda del torneo”, “Le di un voleo y marqué el gol”, “Esta mañana estuvimos entrenando voleas”.
Una danza y un golpe
Este término también encuentra un significado en el mundo de la danza, especialmente en la originaria de España, ya que sirve para hacer referencia al movimiento que consiste en dar un puntapié mientras nos encontramos en el aire, intentando que el pie alcance la mayor altura posible.
La idea de voleo también se emplea para nombrar al golpe que se aplica con la intención de sancionar o de castigar a alguien, o a la bofetada capaz de derribar a quien la recibe: “¡Si no le pides disculpas a mi amigo, te daré un voleo!”, “El hombre le dio un voleo al niño, que no tardó en romper en llanto”, “¿Has visto el voleo que le propinó el jugador ruso al árbitro?”.
Hacer algo «al voleo»
La expresión “al voleo”, por otra parte, alude a aquella acción que se realiza sin planificación o que se ejecuta de modo espontáneo: “Anoche fuimos al cine: elegimos una película al voleo que resultó ser muy buena”, “Mi abuelo presionó un botón al voleo, con tanta mala suerte que apagó la maquina en pleno proceso”, “Comenzamos a caminar al voleo y, de casualidad, llegamos al estadio del equipo local”.
Otra forma en la que se puede expresar la misma idea, en algunos países, es «al tun tun»; nótese que la Real Academia Española define el término tun como «un tambor usado por los aborígenes» o «un antiguo baile inventado por los indios quichés». En cualquier caso, se trata de una forma despreocupada de proceder, que puede resultar muy contraproducente en medio de un procedimiento delicado. Por otro lado, en el ámbito de la agricultura y la jardinería, sembrar al voleo significa arrojar las semillas de a muchas, en lugar de colocarlas cuidadosamente en el suelo.
Una modalidad de robo
Es habitual que se hable de un delito “al voleo” cuando los delincuentes no realizan una tarea de investigación previa a su accionar, sino que escogen a su víctima de manera azarosa. Si un delincuente que circula en motocicleta, se cruza casualmente con un hombre que camina con un maletín y se lo quita de las manos, se trata de un “robo al voleo”. En cambio, una banda de secuestradores que estudia los movimientos de un empresario y que, una noche, lo captura para pedir rescate, no está actuando “al voleo”.
Así como los robos al voleo requieren un menor esfuerzo en la etapa de preparación, la recompensa suele también ser menor. No parece muy probable ingresar en un banco o en una residencia de lujo y conseguir hacerse con una fortuna o con muchos objetos de valor sin un previo estudio meticuloso de todos los factores fundamentales, como ser los horarios en los que hay menos movimiento, las puertas y ventanas por las cuales conviene entrar y salir del edificio, y los métodos de seguridad que emplean los dueños.