La definición de zona urbana varía de acuerdo al país en el cual se la describe. Por lo general, se considera que una zona urbana se caracteriza por estar habitada de forma permanente por más de 2.000 habitantes.
La actualización de los modelos de desarrollo urbano ha ocasionado que la densidad de población, la extensión geográfica y el planeamiento y creación de infraestructuras se combinen para ser factores claves en la delimitación de esta clase de áreas.
Características de una zona urbana
Aunque no es correcto generalizar, se puede decir que las zonas urbanas suelen tener un precio de superficie más elevado y una menor presencia de empleo en el sector primario que las áreas rurales. Por otra parte, las zonas urbanas ofrecen un mayor abanico de recursos para la supervivencia de las personas.
En este sentido, también hay que subrayar que cada vez más las distintas autoridades de esas urbes están trabajando a pleno rendimiento para conseguir que sus habitantes no sólo tengan mayor número de recursos para sobrevivir sino también que cuenten con los mecanismos necesarios para disfrutar de una mayor calidad de vida.
Esa mayor calidad de vida se está intentando conseguir, por ejemplo, a través de lo que es la tecnología. ¿Cómo? Desarrollando un sinfín de proyectos y de iniciativas con los que se consiga facilitarles a los ciudadanos la realización de diversas tareas de su día a día y también el que puedan disfrutar de un ambiente mucho más sano.
Tecnología para mejorar la calidad de vida
Ejemplos claros de ello son los que se dan en llamar ciudades inteligentes. Se trata de urbes que están incorporando una serie de sistemas tecnológicos que consigan los dos tipos de objetivos citados. Así, por ejemplo, en ellas se están implantando desde dispositivos que les informan de donde existen plazas libres de aparcamiento hasta coches eléctricos que reducen de manera considerable las emisiones de gases que traen consigo la contaminación.
Y todo ello sin olvidar tampoco el uso de las energías renovables que se está imponiendo en dichas ciudades en las que se aprovecha la luz solar, la eólica o incluso los movimientos de los habitantes para generar la energía que se necesita sin necesidad de tener que hacer uso de los recursos existentes y que traen consigo una mayor degradación de nuestro entorno natural.
Economía de la zona urbana
Las zonas urbanas como las ciudades suelen sobresalir por el desarrollo de su sector secundario (industrial) y terciario (servicios). Mientras que los productos y los servicios de la ciudad influyen en el comportamiento del campo, éste abastece de mercancías agrícolas y ganaderas a las regiones urbanas.
Por lo general, el espacio urbano excede los propios límites de la ciudad, ya que suelen desarrollarse amplias áreas metropolitanas periféricas nucleadas a su alrededor.
El índice demográfico
Cabe destacar que, de acuerdo a los expertos, la tasa de urbanización constituye el índice demográfico que permite calcular y conocer la relación porcentual que existe entre la población urbana (es decir, quienes habitan en las ciudades) y la población total de una nación. Cuanto mayor es esa cifra, se supone un nivel de desarrollo más elevado.
Otro dato a tener en cuenta: a partir de la Revolución industrial, la población urbana comenzó a ser objeto de un crecimiento constante. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) estimó que, a partir de este año, la población mundial se reparte entre un 50% de población rural y un 50% de población urbana.