Zonificación es el acto y el resultado de zonificar: establecer zonas en una cierta área. El concepto alude a dividir un territorio en diferentes sectores, constituidos a partir de determinados criterios.
Descripción general
Existen, por lo tanto, múltiples tipos de zonificaciones. Es habitual que el planeamiento urbano o metropolitano de una ciudad recurra a una zonificación que crea zonas residenciales, zonas comerciales, zonas industriales, etc. En cada zona rigen permisos y habilitaciones particulares para el desarrollo de actividades y el usufructo del suelo, y además suelen aplicarse tasas e impuestos específicos.
A través de la zonificación se define qué tipo de construcciones pueden levantarse en cada zona y qué destino se les puede dar a los inmuebles. En una zona residencial, por mencionar una posibilidad, no se puede construir una fábrica de productos químicos.
Un sistema de climatización, en tanto, puede apelar a la zonificación para calefaccionar y enfriar una casa de acuerdo a las necesidades de cada ambiente. Así se ahorra energía, ya que es probable que una habitación sea más fría que otra y necesite menos enfriamiento en verano (y más calefacción en invierno).
Zonificación de los ecosistemas
La zonificación de los ecosistemas, por otra parte, es indispensable para gestionar correctamente los recursos naturales y preservar la naturaleza. Este proceso favorece el ordenamiento territorial y permite la fijación de normas y un manejo homogéneo según las características.
Para la zonificación de los ecosistemas se tienen en cuenta la utilidad y la vulnerabilidad de los recursos naturales, los potenciales riesgos ambientales y el uso que les dan los habitantes, por ejemplo.
De un solo uso
La zonificación en la que solamente es posible una clase de uso por zona se conoce como de un solo uso o, en Estados Unidos, euclidiana, a raíz de un juicio en la ciudad Euclid, Ohio, donde se trata del sistema más común. Por lo general, en esta categoría encontramos zonas residenciales, comerciales, espaciales e industriales. En cada una de ellas podemos encontrar una subclasificación, que de lugar a nuevas categorías; por ejemplo, en la comercial puede haber otras para especificar si se trata de actividades mayoristas o minoristas y si hay oficinas.
De uso mixto
A diferencia de la anterior, la zonificación de uso mixto tiene el objetivo de optimizar los espacios reducidos para la realización de diversas actividades complementarias a lo largo del día y la noche. Esto no significa que no existan límites, ya que no todas son compatibles entre sí, sino que la regulación mixta es más flexible y persigue un uso más adaptado a las necesidades modernas, combinando de forma inteligente el comercio con la residencia, por ejemplo, para potenciar la productividad de ciertas áreas geográficas.
Basada en la forma
Como su nombre indica, esta categoría no limita el uso que se le da al espacio geográfico, sino la forma que adquiere su uso. Uno de los recursos que suelen aplicarse en este tipo de zonificación es el retranqueo, especialmente bajo: se trata de distanciar una parte de un edificio (o su totalidad) de la calle o de otras partes del mismo con la intención de ganar espacio, aprovechar más el flujo del aire o la luz solar. A grandes rasgos, los objetivos suelen ser usar el suelo para mejorar la experiencia de los peatones, teniendo en cuenta sus necesidades especiales.
Condicional
Es quizás el tipo de zonificación más flexible, ya que puede saltarse alguna regla impuesta por los anteriores, pero solamente en casos especiales. Éstos deben ser adecuadamente estudiados antes de recibir la aprobación para hacer un uso excepcional de un suelo. Los temas cruciales en este marco suelen ser la salud, el acceso a la naturaleza y los servicios básicos, que pesan más que los grandes proyectos comerciales.