La expresión inglesa best seller es reconocida por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) como una obra literaria o musical que resulta muy exitosa a nivel comercial. Dicho de otro modo, un libro o un álbum de música se convierte en best seller cuando alcanza un gran nivel de ventas.
Aunque la RAE acepta la noción, la Fundación del Español Urgente (Fundéu) sugiere emplear el término superventas. Por lo tanto, para aludir a una novela o a un disco con una elevada cantidad de ejemplares comercializados, se puede hablar tanto de best seller como de superventas.
No se puede dejar de mencionar que algunos diccionarios incluyen el vocablo bestseller. Su significado, por supuesto, es el mismo y está vinculado a los ejemplares vendidos de un libro o de un álbum musical.
Se califica como best seller a la obra literaria o musical que alcanza un gran volumen de ventas.
TemasCuando una obra se convierte en best seller
Es importante destacar que no existe una cifra específica que una obra deba superar para que pueda ser considerada como best seller. La noción es amplia y abstracta y suele ser usada como una estrategia de marketing con fines de promoción.
Los miles o millones de unidades vendidas constituyen el principal respaldo de un best seller. Esta popularidad, de todos modos, no está relacionada con la calidad o con el reconocimiento de la crítica. Una novela puede ser best seller ya que vendió millones de ejemplares porque su autor es famoso o por una estrategia promocional acertada, pero la obra puede ser considerada como de mala calidad por los especialistas.
Claro que ninguno de los dos extremos es válido para juzgar la calidad de los best sellers: no sería adecuado decir que todas las obras que venden millones de ejemplares son meros productos comerciales creados con el objetivo específico de recaudar dinero, pero tampoco que todas ellas son obras maestras por el simple hecho de haber tenido tanto éxito en el mercado.
Mucha gente se acerca a la literatura a través de los best sellers.
Pronóstico de ventas
Siempre existe un cierto grado de aleatoriedad en las ventas de un producto, algo que excede los cálculos y las predicciones de los analistas de mercado. Muchas veces, un artículo que se crea para calmar la ansiedad del público hasta que llegue el lanzamiento del que realmente están esperando se convierte en un éxito rotundo y la empresa se ve obligada a cambiar sus planes, mientras que también puede ocurrir que el producto en el que depositan todas sus expectativas alcance un número decepcionante de ventas.
Del mismo modo, los artistas no pueden conocer con certeza el rendimiento que sus obras tendrán en el mercado, y por eso resulta un tanto infantil pensar que todos los best sellers fueron creados con el propósito de vaciar los bolsillos de millones de personas. Independientemente de la calidad de un libro, una película o un álbum de música, puede existir un deseo profundo de elaborarlo, un verdadero compromiso con el arte, y ninguno de estos elementos asegura el éxito comercial de forma infalible.
En otras palabras, no basta con oír el término best seller para conocer la calidad de una obra: del mismo modo que con una que no haya vendido ni un solo ejemplar, cada persona debería acercarse a ella y emitir su propio juicio, que puede resultar opuesto al de otra sin que esto suponga un problema. Quizás el único aspecto negativo de los best sellers es el hecho de que gran parte del público los considere la mejor opción, y que ignore todas aquellas creaciones que no hayan vendido tanto.
Autores de best sellers
«El código Da Vinci» de Dan Brown, «Harry Potter y las Reliquias de la Muerte» de J.K. Rowling y «50 sombras de Grey» de E.L. James son algunos de los principales best sellers publicados en el siglo XXI.
En todos estos casos, se han vendido millones de ejemplares, con lo cual los libros gozan de una enorme popularidad.
