Aunque es muy importante conocer el significado de la palabra poder, también lo es el hecho de saber a ciencia cierta donde se encuentra el origen etimológico de la misma. Y tenemos que decir que este se halla en el latín vulgar y más concretamente en el concepto posere.
Un verbo el citado que vendría a traducirse como «ser posible» o «ser capaz de», y que emana de la una expresión, pote est, que tiene el mismo significado que la mencionada forma verbal.
El término poder tiene múltiples definiciones y usos. Esta palabra, como sabrán muchos de ustedes, se utiliza para describir la facultad, habilidad, capacidad o autorización para llevar a cabo una determinada acción. El poder implica también poseer mayor fortaleza corporal e intelectual en relación a otro individuo y superarlo en una lucha física o en una discusión.
Dominio o jurisdicción
Por otra parte, tal como se puede leer en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), el concepto de poder señala la posibilidad de que algo ocurra: «Puede que nieve esta noche».
De todas formas, el uso más habitual del término refiere al control, imperio, dominio y jurisdicción que un hombre dispone para concretar algo o imponer un mandato. Así, el poder se relaciona con el gobierno de un país o con la herramienta en el que consta la facultad que un ser humano le otorga a otro para que, en representación suya, pueda llevar a cabo un cierto plan. El poder es, además, una posesión o la tenencia de algo (por ejemplo: «Ya tengo los documentos en mi poder»).
De esta forma, una oración que podría reflejar a la perfección lo señalado podría ser la siguiente: En el ayuntamiento de aquella gran ciudad, los candidatos a las elecciones dieron todo de sí para lograr salir vencedores pues quedó claro que todos querían hacerse con el poder.
Distintos tipos de poder
Este concepto, al ser utilizado en combinación con otras palabras, permite nombrar diferentes situaciones. Así, el poder absoluto describe al despotismo; el poder adquisitivo, a la disponibilidad económica para comprar bienes y contratar servicios de diversa índole; el poder constituyente, a aquel que hace foco en la soberanía popular para lograr una organización mediante sus Constituciones; el poder ejecutivo, al que tiene a su cargo el gobierno del Estado y la observación de las leyes; el poder legislativo, al que supone la potestad para hacer y reformar las leyes; y el poder judicial, al que ejerce la administración de la justicia, entre otros.
Además de todo lo subrayado también hay que añadir que es muy frecuente que se hable de lo que se conoce como el cuarto poder. Esta es una expresión con la que intenta plasmarse la gran importancia que tiene la prensa hoy en la sociedad de todo el mundo. Y es que se considera que a través de los distintos medios que la integran se puede conseguir influir en la ciudadanía así como ofrecer una fuerte presión sobre los distintos dirigentes políticos.
De la misma forma, hay que hablar de lo que es el quinto poder. En este caso, bajo dicha denominación se engloba la Iglesia y la religión. Una institución o una doctrina que también tiene la capacidad para influir sobremanera sobre el ser humano.