El adjetivo tétrico, que deriva del término latino tetrĭcus, se emplea para calificar a aquello que es de suma gravedad o que resulta muy triste o sombrío. Lo tétrico, por lo tanto, provoca disgusto y genera escalofríos.
Por ejemplo: “No me gusta este hotel: me parece tétrico”, “Los gritos de la madre al ver a su hijo muerto fueron tétricos”, “Mientras recorría la casa, el investigador realizó un hallazgo tétrico”.
Lo tétrico siempre se asocia a algo negativo. Supongamos que un dirigente político desconfía del porvenir de un país debido a las decisiones que está tomando el actual gobierno. Esta persona cree que ciertas políticas, como el recorte del presupuesto educativo y el aumento de los impuestos, provocarán una crisis económica que puede derivar en un estallido social. Ante este análisis, el político no duda en afirmar que el destino de la nación es “tétrico”. Con esta declaración, está haciendo referencia a que espera inconvenientes y adversidades para el conjunto de los habitantes del país.
También es habitual que se califique como tétrico a aquello que causa miedo o terror. Una casa abandonada en el medio de un bosque, con las ventanas tapiadas y una hamaca rota cerca de la puerta, puede resultar tétrica. Las personas que observan dicha vivienda pueden tener sensaciones desagradables e incluso suponer que, en su interior, ocurrieron situaciones terribles (como un asesinato, por citar una posibilidad).
A propósito de este ejemplo, es necesario agregar que el concepto de tétrico también hace referencia a la muerte, evoca en el observador esta idea. Por ello es normal el uso del término para describir construcciones abandonadas y en ruinas, cementerios oscuros y cualquier otro escenario en el cual hayan tenido lugar fallecimientos o violentos ataques.
El humor tétrico, justamente, hace alusión a situaciones desagradables y generalmente relacionadas con la muerte. En algunos países se habla de chistes negros, aunque el chiste es tan sólo un formato que puede tener este tipo de humor, el cual puede expresarse a través de una fotografía o un dibujo, por ejemplo. El objetivo principal del humor tétrico es causar gracia a quien lo aprecia, a pesar de estar presentando una situación lamentable o triste, en la que los personajes sufren un destino terrible.
Otra interpretación de la expresión «humor tétrico» puede hacer uso de una acepción poco usada del primer término: humor es el nombre que representa a cada líquido que forma parte de todo organismo vivo. De este modo, podría decirse que «del cadáver comenzó a salir un humor tétrico», para hacer alusión a las desagradables características del líquido, como ser su aspecto viscoso y su insoportable olor, sin dejar de lado su innegable relación con la muerte.
Tétrico, por otro lado, puede ser algo que funciona muy mal o que no cumple con su función: “El servicio de telefonía móvil en esta zona es tétrico: resulta casi imposible hacer un llamado o recibir mensajes”. En este caso, el uso de la palabra no responde con precisión a sus acepciones, sino que sirve para enfatizar o exagerar las malas condiciones en las que se encuentra algo o las deficiencias de un servicio.
Como nombre propio, el Imperio galo vio sus últimos días al mando de Tétrico I, cuyo nombre en latín era Gaius Pius Esuvius Tetricus. Compartió el gobierno con Tétrico II, su hijo, a quien le correspondió el título de césar. Nació en una familia de la aristocracia, la cual era originaria de Galia. En un principio, asumió la posición de gobernador provincial de Aquitania; sin embargo, al tiempo de que el emperador Victorino hubiera sido asesinado, el ejército lo proclamó su sucesor.
