Abogacía es el trabajo, la función o la tarea del abogado. Un abogado, por otra parte, es el profesional en Derecho que se dedica a brindar asesoría jurídica o que defiende o representa a una de las partes en un proceso judicial.
Por ejemplo: “Existen distintas maneras de ejercer al abogacía: en mi caso, no defiendo a narcotraficantes ni a asesinos”, “Comencé en la abogacía hace treinta años”, “La abogacía ha cambiado mucho en las últimas décadas”.
Ejercicio de la abogacía
Aunque la legislación cambia de acuerdo al país, lo habitual es que se obligue al sujeto que desea ejercer la abogacía a contar con título académico en Derecho (licenciatura o doctorado) y a estar registrado en una institución que agrupe a los abogados y que brinde aval a sus miembros (como un colegio de abogados).
El ejercicio de la abogacía, por lo tanto, exige completar estudios universitarios. Es importante mencionar que, si bien se suele nombrar a todos los abogados como “doctores”, hay abogados que son licenciados pero que no han cursado ningún doctorado. En estos casos, la mención de “doctor” se vincula a un trato protocolar y no a un grado alcanzado.
Características de un buen abogado
Suele establecerse, en líneas generales, que todo buen abogado debe contar con las siguientes características:
- Tiene que saber darle forma y defender buenos argumentos.
- Entre otras muchas habilidades, tiene que contar con una notable capacidad de persuasión.
- Del mismo modo, no debe estar únicamente dispuesto a llegar a acuerdos sino que debe ser exhaustivo, preciso y sagaz a la hora de conseguir los mejores para sus clientes.
- Es fundamental que sea alguien organizado y que sepa planificar muy bien su trabajo.
- Por supuesto, es necesario que no cuente con prejuicios y que intente dejar de lado siempre los sentimientos. Y es que los mismos le pueden impedir realizar su trabajo de la manera correcta.
- Debe contar con una buena capacidad de oratoria.
Estudio de abogacía
Quien ejerce la abogacía suele trabajar en un estudio, ya sea propio o de otro abogado. A la compañía que ofrece servicios de tipo jurídico se la denomina bufete y suele contar con un plantel de diversos expertos en abogacía.
Supongamos que un hombre es estafado en una operación de compra de un automóvil. La víctima de la estafa decide acudir a un estudio jurídico para solicitar ayuda. De este modo, es recibido por un especialista en abogacía que le ofrece sus servicios y le explica cuáles son los pasos formales a seguir para obtener un resarcimiento.
Un organismo público español
Es importante conocer, por ejemplo, que en España existe lo que se conoce como Abogacía General del Estado, que tiene la categoría de subsecretaría y que depende del Ministerio de Justicia. Podemos determinar que es el órgano directivo de los servicios de asistencia jurídica al Estado y a otras muchas instituciones de tipo público.
Numerosas son las funciones que realiza; entre las mismas, podemos destacar las siguientes:
- El asesoramiento jurídico a la Administración General del Estado.
- La representación y defensa en juicio del Estado y de sus correspondientes organismos.
- La gestión de los servicios de registro, archivo y estadística.
- La correspondiente inspección de los servicios que dependen precisamente de la Abogacía General del Estado.