El término latino abruptus, derivado del verbo abrumpĕre (que puede traducirse como “romper”), llegó al castellano como abrupto. Ese término latino puede traducirse como “rudo” o “áspero” y se considera que es fruto de la suma de dos componentes claramente diferenciados:
-El prefijo ab-, que se puede utilizar para indicar separación.
-El adjetivo ruptus, que es sinónimo de “roto” y que, a su vez, procede del verbo “rumpere” que significa “romper”.
Se trata de un adjetivo que, aplicado a una superficie física, alude a su inaccesibilidad, a que tiene una gran pendiente o a que resulta escarpado.
Relieve abrupto
De esta manera, por ejemplo, nos encontramos que es muy frecuente que en biología y geología se hable de relieves abruptos. Con este término se intenta hacer referencia fundamentalmente a formas de tipo emergente que hay en la Tierra y que se considera que se han formado como consecuencia de la presión de las conocidas placas tectónicas.
No obstante, se establece que a la formación de esos relieves en la superficie terrestre también han podido contribuir desde derrumbes hasta terremotos pasando por similares situaciones.
Algo repentino o sorpresivo
El concepto, de todas maneras, suele utilizarse de modo simbólico para referirse a aquello que es repentino, hosco, intemperante o violento. Por ejemplo: “El público se sorprendió por el abrupto final del concierto”, “La empresa debe crecer poco a poco: el desarrollo abrupto suele generar problemas en el largo plazo”, “Trabajé durante veinte años en esta firma y ahora me despiden de manera abrupta: estoy desconcertado”.
Por lo general, lo abrupto se asocia a lo que genera sorpresa al concretarse de una manera muy rápida o sin previo aviso. Supongamos que las acciones de una compañía suelen oscilar entre los 20 y los 25 dólares por título. Una tarde, de pronto, su valor cae repentinamente y la acción cierra la jornada a 8 dólares. Los analistas, ante esta situación, tratan de explicar el derrumbe abrupto de la cotización.
Si un actor que siempre mostró un físico robusto, una noche aparece en televisión exhibiendo una delgadez extrema, muchos pueden preguntarse el por qué del abrupto cambio de peso. La duda surge a partir de la modificación brusca del aspecto corporal del intérprete.
Silencio abrupto
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto que también se suele hablar de silencio abrupto. Con esta terminología se hace referencia a esos silencios incómodos e inesperados que se producen en medio de una conversación entre dos personas. Ese citado silencio puede ser debido a muchas causas, como la falta de un tema del que hablar, la existencia de falta de confianza entre los interlocutores o el haber llevado a cabo antes un intercambio de palabras que han provocado el malestar de una o de las dos partes, por ejemplo.
El autor Emil Cioran, en su obra “Ese maldito yo”, decía “un silencio abrupto en medio de una conversación nos hace volver de repente a lo esencial: nos revela el precio que debemos pagar por la invención de la palabra”.
Fuera de tono
La locución latina ex abrupto, por otra parte, suele ser traducida como “de improviso”.
El diccionario de la Real Academia Española (RAE), en este marco, acepta la palabra exabrupto como un gesto o una expresión que resulta inconveniente o fuera de tono: “El presidente, tras escuchar la pregunta, soltó un exabrupto”.