Aductor es un término que procede del vocablo latino adductor. De acuerdo a la primera acepción del diccionario de la Real Academia Española (RAE), se trata de un adjetivo que califica a aquello que puede realizar una aducción.
Aducción tenemos que exponer que se trata de una palabra que tiene su origen etimológico en el latín. Deriva, en concreto, de “adductio” y puede traducirse como “presentar pruebas” o la “acción que se realiza para conducir”. De la misma manera, podemos subrayar que esa es fruto de la suma de tres partes muy bien diferenciadas:
-El prefijo “ad-”, que significa “hacia”.
-El verbo “ducere”, que es sinónimo de “guiar” o “conducir”.
-El sufijo “-cion”, que se utiliza para indicar lo que es la acción y el efecto.
Esta acción, por otra parte, alude al movimiento que implica llevar una extremidad u otra parte del cuerpo hacia la línea imaginaria que divide el cuerpo en dos mitades simétricas. Por extensión, se denomina aductores a aquellos músculos que tienen como función más importante el desarrollo del movimiento de aducción.
En el muslo, es posible encontrar el músculo aductor mayor que se encarga de la flexión, la rotación y la aducción del fémur y de la estabilización de la columna vertebral y la pelvis. El músculo aductor mediano, también ubicado en el muslo, contribuye al desarrollo de movimientos de flexión y rotación.
Los dedos meñique y pulgar disponen de sus propios músculos aductores. Ambos permiten la aducción del dedo respecto al eje de simetría corporal.
Los ejercicios para fortalecer los aductores son muy populares. Incluso existen máquinas que ayudan a la persona a trabajar específicamente estos músculos para favorecer su desarrollo.
Cuando un individuo logra fortalecer sus aductores, alcanza una mayor eficiencia al correr, andar en bicicleta, nadar y realizar otras actividades físicas que exigen movimientos laterales, como jugar al tenis.
Un ejercicio típico para fortalecer los aductores consiste en recostarse de costado, apoyándose sobre un codo y la cadera, doblando una rodilla y estirando la otra pierna, que se debe subir y bajar.
Quienes realizan ejercicio de manera habitual o los deportistas es frecuente que sufran lo que se conoce como inflamación de los músculos aductores. Esta se manifiesta a través de síntomas tales como dolor en el hueso púbico o en lo que son los alrededores de la ingle.
Aplicar calor en la zona afectada y mantenerse en reposo son dos de las principales medidas que se recomiendan llevar a cabo en pro de tratar la mencionada situación. No obstante, lo más importante es prevenirla y eso pasa por llevar a cabo una serie de ejercicios antes de la práctica del deporte, es decir, acometer el calentamiento.
En ocasiones, en lugar de inflamación el deportista en cuestión sufre la rotura del aductor, que es una dolencia muy frecuente en el ámbito del fútbol. Para tratarla se requerirá reposo, aplicarse frío en la zona, llevar a cabo un vendaje y tener la pierna en alto.
