El ahínco es el esfuerzo, la solvencia o el vigor de gran intensidad que se aplica en una determinada acción. El concepto procede del verbo ahincar: apurarse, hacer algo con empeño y eficiencia.
Por ejemplo: “El gobernador electo prometió trabajar con ahínco para satisfacer las necesidades de los vecinos”, “Les pido que estudien el asunto con ahínco así podemos tomar la decisión más favorable para nuestra empresa”, “El escritor premiado agradeció con ahínco a todo el jurado”.
Antes de avanzar es importante analizar su origen etimológico. En este caso, podemos decir que es una palabra que procede del latín y que es fruto de la suma de dos partes diferenciadas:
- El prefijo verbal a-, que va a asociado a “aproximar”.
- El verbo hincar, que es sinónimo de “clavar” o “fijar”.
Ejemplo de ahínco
El ahínco suele asociarse a la energía y la fuerza con que se lleva a cabo una tarea o se realiza un pedido. Cuando alguien actúa con ahínco, está esforzándose para concretar su propósito y cumplir con su objetivo. Supongamos que un joven decide estudiar Locución en un prestigioso instituto que exige la aprobación de un examen de ingreso. El muchacho se presenta y reprueba. Sin embargo, decide estudiar aún con más ahínco y volver a presentarse: en esta segunda oportunidad, logra aprobar el examen y puede iniciar sus estudios.
En este sentido, por ejemplo, se puede establecer que un profesor pone una nota más baja de lo esperado por su alumno porque los resultados que ha obtenido en exámenes y trabajos dejan constancia de que no pone ahínco a la hora de mejorar. Su falta de ánimo y de tesón puede estar motivada por muchas causas, tales como dejadez, falta de motivación, problemas personales, dificultades del aprendizaje, baja autoestima…
Por ese motivo, es recomendable que padres del estudiante y el propio profesor hablen con el alumno para ver a qué se deben sus malas notas y su falta de ahínco y así poder ponerle remedio a la situación en pro de su presente y futuro escolar.
Uso en distintos ámbitos
Es posible encontrar la noción en diferentes ámbitos. Quien negocia con ahínco, pone tesón para lograr un acuerdo favorable de acuerdo a sus intereses. Aquel que defiende con ahínco su posición, por su parte, no duda a la hora de hacer valer su postura.
También es posible señalar que algo no se realiza con el ahínco suficiente. Un jefe policial puede ser cuestionado por no poner ahínco en la lucha contra la delincuencia. En este caso, la falta de ahínco supone una falencia importante que repercute en el trabajo del policía en cuestión.
Ahínco como denominación
Además de todo lo expuesto, podemos subrayar que AHINCO es una organización sin ánimo de lucro con sede en la localidad gaditana de Conil de la Frontera (España). En concreto, bajo esas siglas se encuentra el nombre de Asociación de Integración de Personas con Discapacidad.
También existen distintas publicaciones que tienen en sus títulos la palabra que nos ocupa. Este sería el caso, por ejemplo, del libro “Ahínco” del escritor de Huelva Eladio Orta.