El alivio es el proceso y resultado de aliviarse o aliviar (reducir o eliminar una carga o un peso, ya sea físico o simbólico). Por ejemplo: “Ya he encontrado las llaves, qué alivio”, “Poder decirle a mi padre todo lo que pensaba sobre la situación fue un alivio para mí”, “Toma los remedios que te he indicado y pronto sentirás un alivio considerable”.
Muchas veces el alivio se vincula a un dolor o un malestar corporal. Supongamos que un hombre sufre un fuerte dolor de cabeza. Para atenuar ese padecimiento, decide consumir paracetamol, un fármaco que actúa como analgésico y que está indicado para este tipo de dolencias. Poco tiempo después, el sujeto experimenta un alivio: la cabeza ya no le duele.
El alivio como la anulación de un sentimiento o emoción
La idea de alivio también puede vincularse a anular o borrar un sentimiento o una emoción que afecta a alguien de manera negativa. Una persona puede estar muy angustiada tras haber discutido con su pareja. Sus amigos, para intentar que supere el mal momento, la invitan a jugar al fútbol. El individuo acepta, se divierte y siente un alivio al dejar de pensar de forma constante en la ruptura sentimental.
El fin de una preocupación es otra cuestión que se relaciona con el alivio. Una mujer está preocupada ya que su hijo está retrasado y no regresa a su casa a la hora que había anunciado. Al llamarlo por teléfono, el adolescente no contesta. Unos minutos después, el chico vuelve a su casa, le explica a su madre que su teléfono se quedó sin batería y le aclara que llegó tarde porque el tren en el que viajaba se demoró. Para la madre, reencontrarse con su hijo y confirmar que no le ocurrió nada malo resultó un alivio.
Consejos para atenuar el dolor muscular
Después de intensas sesiones de ejercicio físico es común sentir dolores en los músculos, algo que puede tener lugar de forma constante o bien al adoptar una postura en particular, como ser al sentarse o recostarse. A menos que surjan otros síntomas, tales como fiebre e imposibilidad de mover algún miembro, es recomendable tratar el dolor en casa, y para ello existen muchos consejos útiles.
Uno de ellos consiste en darse una ducha en la cual se alternen agua fría y caliente, para que el contraste actúe aliviando los músculos. La duración total del baño no debería superar los 5 minutos, y las secuencias de agua fría y caliente deberían durar 20 y 10 segundos, respectivamente.
Si bien puede parecer un método engorroso o incómodo, mucha gente lo recomienda como uno de los más efectivos. Para quienes no puedan resistir dicho contraste entre frío y calor, existe una alternativa: usar sal de Epsom (sulfato de magnesio) en un baño de agua caliente.
El método RICE para el alivio
Muchos deportistas recurren al método RICE, cuya sigla podemos traducir del inglés como Reposo, Hielo, Compresión y Elevación. En la mayoría de los casos, resulta muy adecuada para tratar dolores de espalda o de cuello, aunque puede ofrecer beneficios a cualquier persona que sienta molestias localizadas después de una práctica agotadora de ejercicio. Veamos a continuación cada uno de sus puntos:
- Reposo: es importante permitir que los músculos doloridos descansen hasta que se termine el problema, para evitar complicaciones o daños permanentes. La paciencia es clave.
- Hielo: se aconseja aplicar compresas de hielo directamente sobre la zona afectada y dejarlas durante poco menos de media hora, más de una vez al día.
- Compresión: usando un vendaje de compresión para aliviar la inflamación. Este artículo podemos encontrarlo en cualquier farmacia.
- Elevación: para conseguir el alivio del dolor es también importante mantener el miembro dolorido por encima del corazón.