Lo primero que hay que hacer para poder entender el significado del término anacrónico es descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que se trata de una palabra que deriva del griego, exactamente de anachronikós, que es fruto de la suma de las siguientes partes delimitadas:
-El prefijo ana-, que puede traducirse como “contra” o “sobre”.
-El sustantivo cronos, que es el nombre del dios del tiempo.
-El sufijo -ikos, que es sinónimo de “relativo a”.
Concepto de anacrónico
El adjetivo anacrónico se utiliza para calificar a aquello que tiene anacronismo: es decir, que resulta incongruente respecto a la época en la cual se presenta. Se trata de elementos que, por su condición o sus características, son propios de un tiempo diferente.
Existen dos grandes tipos de anacronismos. Cuando se ubica un componente antiguo en un tiempo posterior, se habla de paracronismo. Supongamos que un cineasta, en 2015, decide distribuir su nueva película en casetes con cinta magnética (VHS). Esta decisión es anacrónica ya que, en el siglo XXI, los videocasetes de VHS ya no se utilizan. En cambio, lo lógico sería la distribución en Blu-ray, DVD u otros formatos digitales.
Otra clase de anacronismo implica que un componente de un cierto tiempo se sitúa en una época anterior. Algunos nombran este anacronismo como procronismo, aunque la Real Academia Española (RAE) no incluye este término en su diccionario. Un caso de este tipo de anacronismo sucede si, en una película sobre el Antiguo Egipto que transcurre durante la construcción de la Gran Esfinge de Guiza, aparece un personaje conduciendo un automóvil. Dicho elemento es anacrónico: supone un procronismo debido a que los automóviles se inventaron miles de años después de esa época.
La noción en la vida cotidiana
Los elementos anacrónicos pueden aparecer en la vida cotidiana. Enviar cartas en papel a través del correo postal puede considerarse como una práctica anacrónica teniendo en cuenta la existencia del correo electrónico.
Lo mismo podría decirse de quien se traslada a caballo cuando existen numerosos vehículos a motor para cubrir grandes distancias.
Elementos anacrónicos en el cine
Es curioso conocer que, en numerosas ocasiones, se han producido anacronismos en el cine que nos han pasado desapercibidos al público y que básicamente se deben a errores del equipo que ha llevado a cabo las películas en cuestión. Claros ejemplos son los siguientes:
– En el filme “Braveheart” (1995), los personajes aparecen con unas faldas escocesas que, según los historiadores, no se popularizarían hasta cuatro siglos después.
– En la película “El Cid” (1961), que narra las andanzas del famoso Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, se habla de “España”. Pero este concepto de nación no existía en ese momento, en todo caso deberían haber hecho uso de la palabra “Castilla”.
– En el largometraje “Gladiator” (2000), el protagonista gladiador aparece preso con un tipo de candado que se creó en los Estados Unidos en el siglo XVI.
– En la oscarizada “Titanic” (1997), el personaje interpretado por Leonardo DiCaprio hace referencia al Lago Wissota. Sin embargo, este, que es artificial, no se creó hasta cinco años después de la tragedia de esa embarcación.